El Gobierno británico dispuso ayer el confinamiento de la ciudad de Leicester debido al aumento de los casos de Covid-19. La localidad queda así al margen de la desescalada programada en el resto del país. Los comercios que venden artículos no esenciales y las escuelas permanecerán cerrados y el plan para reabrir este sábado, 4 de julio, bares y restaurantes quedará suspendido en esta ciudad con 400.000 habitantes.

El 10% de todos los casos positivos de coronavirus en Inglaterra en la última semana corresponden a Leicester, según informó anoche en el Parlamento el ministro de Sanidad, Matt Hancock. "Recomendamos a la población en Leicester que se quede en casa todo lo que pueda y no viajar a menos que sea esencial, desde y dentro de Leicester", insistió el responsable de la sanidad británica.