Las ganas de españoles y portugueses por volver a juntarse hicieron que algunos trasnocharan a golpe de lunes en el viejo puente internacional que une Tui y Valença. Encabezados por el alcalde tudense, Enrique Cabaleiro, una comitiva de vecinos y concejales atravesaron el viaducto, cerrado desde hace cuatro meses, para saludar a los valencianos a medianoche.

Entraron en Valença aplaudiendo, pero no fue hasta una hora después, a las 00.00 portuguesas, cuando pudieron retirar las vallas del lado luso y derribar un simbólico "muro de Berlín".

Mientras sonaban fuegos de artificio, la GNR repartió los alambres que unían las verjas entre los que se los quisieron llevar de recuerdo. "Es un acontecimiento histórico", comentaban los presentes en esta reapertura, que presenciaron un emotivo reencuentro; el de tres hermanas que llevaban sin verse desde el principio de la pandemia.

Lucinda, que trabaja en Valença desde hace 10 años, no pudo evitar abrazar a sus hermanas, las viguesas Julia y Carmen, aun con las vallas de por medio. "Somos una familia pequeña y quedábamos todas las semanas para tomar la cerveza", contaron, ilusionadas por poder volver a brindar.