La Conselleria de Salud del Gobierno de Baleares ha informado de que ultima una resolución que obligará a partir del próximo lunes al uso de la mascarilla en espacios cerrados y abiertos, aunque se pueda mantener la distancia de seguridad, con excepciones como en playas y piscinas, para la práctica de deporte, para tomar consumiciones o tocar instrumentos de viento.

La asesora técnica para el desconfinamiento, Marga Frontera, justificó la obligatoriedad de la mascarilla y señaló que "son medidas que permiten seguir recuperando actividades que habíamos tenido que dejar de hacer y a la vez hacerlo en las máximas condiciones de seguridad posible".

Baleares se suma así a una decisión que ya han adoptado en Cataluña y en la localidad guipuzcoana de Ordizia. Las comunidades de Andalucía, Asturias y Cantabria estudian también imponer la obligatoriedad del uso de mascarillas.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha señalado que no descartan aplicar el uso obligatorio de mascarillas en espacios públicos, aunque se pueda guardar la distancia social como han hecho otras comunidades, si la evolución epidemiológica lo aconsejara.

Por su parte, la portavoz del Gobierno asturiano, Melania Álvarez, confirmó ayer que el Principado "está valorando la opción", tras ver "rebrotes importantes" en otras autonomías.

El Gobierno regional de Cantabria estudia también la opción de obligar a llevar mascarilla en la región para evitar el contagio de la Covid-19, sobre todo en espacios lúdicos, en los que puede haber "cierta relajación".

La norma del uso obligatorio de la mascarilla entró ayer en vigor en Cataluña, que establece multas de hasta 100 euros para quien no lleve la mascarilla. Unas multas que ya se empiezan a imponer en la localidad vasca de Ordizia. La Policía Municipal de la localidad guipuzcoana ha impuesto 11 multas a personas que iban dentro del vehículo sin la mascarilla puesta.