Cataluña, Baleares y desde hoy también Extremadura han decidido obligar a usar siempre la mascarilla en la calle y en espacios públicos cerrados pese a que pueda mantenerse la distancia de seguridad. Virólogos y expertos en Salud Pública gallegos aplauden esta obligación y creen que debería extenderse a todo el país ya que es "una de las medidas preventivas" más importantes para evitar los contagios de Covid pero eso sí, siempre que la lleve todo el mundo.

"Los últimos estudios indican que el virus puede mantenerse en el aire durante más tiempo del que se pensaba y esto hace que sea más fácil la transmisión, especialmente en espacios cerrados y con condiciones de humedad relativa elevadas. Si todo el mundo usa mascarilla se reduce mucho la liberación de virus al aire por parte de las personas infectadas y, por lo tanto, el contagio", explican los profesores de Virología de la Universidade de Santiago (USC) Isabel Bandín y Carlos Pereira. Una opinión que comparte el profesor emérito de Medicina Preventiva y Salud Pública en la USC Juan Gestal: "Si todos la llevamos es más difícil que el virus circule ya que la mascarilla impide que las gotitas que expulsamos cuando hablamos e incluso cuando respiramos, salgan al aire y alcancen directamente a otras personas o queden flotando en el aire y puedan ser respiradas por otros. Si todos llevamos la mascarilla se produce un efecto similar a la protección de rebaño de las vacunas. "

Pese a que la mascarilla ya es obligatoria en todo el país cuando no se puede garantizar la distancia de 1,5 metros entre personas, en la práctica hay quienes no la llevan o no la utilizan correctamente. "La obligatoriedad hará que más gente cumpla con su uso, sobre todo si se exige el cumplimiento sancionando con una pequeña multa a quien se lo salte o la lleve mal colocada, es decir, debajo de la barbilla, sin cubrir la nariz, etc...", indica Gestal, quien cree que los 100 euros de multa fijados en algunas comunidades son "adecuados" ya que "es una cantidad no exagerada, pero importante". Para Bandín y Pereira también es "de esperar" que la obligación de llevar mascarilla acabe con cierta "relajación" que se observa en parte de la población. "Tal y como están las cosas es mejor usarla, especialmente en zonas de población porque la gente se está agrupando muchísimo", añade el investigador del CSIC Antonio Figueras, quien también está a favor de imponer su uso aunque reconoce que "si uno está solo en el campo o el monte", no lo ve necesario.

La obligación llega después de que haya más de 70 rebrotes por todo el país y precisamente ante el aumento de casos, Bandín cree que debería extendiese el uso obligatorio de la mascarilla a todo el país. "Mucha gente no la usa cuando debe. Esto, junto con los actos multitudinarios de diversa índole, son algunos de los motivos de la aparición de tantos rebrotes", sostiene. Para Gestal, sin embargo, la obligación de llevar mascarilla llega con retraso. "Debería haberse impuesto cuando finalizó el confinamiento que era la barrera que teníamos hasta entonces para evitar la circulación del virus y además debe usarse también en reuniones que se celebren en los domicilios cuando haya personas que no forman parte de la unidad familiar", señala y recuerda que hubo países en donde no hubo cuarentena y se controló la expansión del virus "con enmascaramiento y test masivos".

La decisión de ciertos gobiernos autonómicos de imponer el uso de mascarilla llega tras registrar brotes importantes en sus territorios. Los expertos difieren sobre la eficacia de esta medida una vez que ya se ha detectado el repunte.Mientras Carlos Pereira asegura que "es una de las medidas preventivas más efectivas" y que si se combina con "la limitación de aforos" puede evitar "tener que tomar medidas más drásticas como nuevos confinamientos, especialmente con la entrada del otoño", algo en lo que coincide con Isabel Bandín, para Juan Gestal, la obligación de las mascarillas debería llegar antes de que surja el rebrote ya que luego no es la mejor herramienta para detenerlo. "Se ha visto, por ejemplo, que el uso de mascarilla en los domicilios para prevenir la aparición de casos secundarios, es más efectiva si ya se utilizaba antes de que aparecieran casos. Cuando hay un rebrote también va a ser útil, pero en ese momento lo más importante es la realización masiva de test en los colectivos que hayan podido estar expuestos y en círculo entorno a ellos, para detectar cuanto antes al mayor número de infectados", explica.En los territorios que ya han fijado su obligatoriedad hay que llevarla siempre incluso en la playa o el gimnasio. ¿Quienes no deben llevarla? Los expertos coinciden: los menores de 6 años así como personas que por su discapacidad o problemas de salud no puedan.