La Asociación Española contra el Cáncer (AECC) y la Sociedad Española de Oncología Radioterápica presentaron esta semana un informe que desvela las desigualdades en el acceso al tratamiento de radioterapia en España. El documento detalla los costes, tanto económicos como sociales y psicológicos, que deben asumir los pacientes; pone de manifiesto la "heterogeneidad" de ayudas públicas para reducir el impacto económico que provoca el acceso a ese tratamiento; e incluye un análisis de las infraestructuras que existen en España.

La radioterapia es un tratamiento vital en el abordaje del cáncer que reciben alrededor del 60% de los pacientes y que contribuye en el 40% de las curaciones. Además, entre un 20% y un 25% de los ciudadanos que sufren esa dolencia van a necesitar más de un tratamiento radioterápico a lo largo de su proceso oncológico. Pese a ello, denuncian la AECC y la SEOR, no todos los pacientes tienen las mismas facilidades para acceder a esa terapia. Hay muchos factores que intervienen en las desigualdades detectadas en este informe: el número de unidades que hay en España, la distancia entre los centros hospitalarios y los domicilios de los pacientes, los tiempos de espera, los costes asociados a recibir este tratamiento, las ayudas públicas, etc...

La situación varía en función de la comunidad de residencia de los enfermos, según el informe, que sitúa a Castilla y León y a Aragón en los peores puestos del ranking nacional. En el caso de Galicia, "en prácticamente todas las provincias hay lugares donde los pacientes pueden recibir radioterapia", apunta Paula Romero, trabajadora social de la AECC en la provincia coruñesa, quien reconoce, no obstante, que un enfermo que se tenga que desplazar, por ejemplo, desde Ortigueira, para recibir tratamiento a A Coruña, "siempre tendrá más gastos que uno que viva en los alrededores de esa ciudad". "En la asociación tratamos de echar una mano a los enfermos que se encuentran en una situación más vulnerable, y de hecho contamos con unas ayudas económicas para cubrir este tipo de gastos", señala.

Romero explica que los enfermos con cáncer que necesitan desplazarse para recibir tratamiento pueden solicitar al Sergas los gastos generados por esas idas y venidas al hospital una vez finalizadas las terapias. No obstante, advierte de que la normativa gallega que desarrolla esta cuestión es de 2001. "Han pasado casi veinte años, la vida ha subido muchísimo y se continúa aplicando el kilometraje de 2001. Urge actualizar todo esto, al igual que habría que valorar las situaciones sociales y económicas de las familias para ver si necesitan que se les adelante el dinero para hacer frente a esos gastos derivados del tratamiento en lugar de recibir un reembolso a posteriori", subraya la trabajadora social de la AECC, y agrega: "Hay que tener en cuenta que la duración media de un tratamiento de radioterapia es de unos 15 días. Entre pagar la gasolina, la autopista y el parking, los enfermos se pueden gastar perfectamente unos 200 euros. Esa es otra de nuestras demandas, que los pacientes que acuden a los hospitales a recibir tratamientos continuados puedan utilizar gratis los aparcamientos de esos centros".

Romero insiste en la necesidad de "valorar los aspectos sociales de las enfermos, y no solo los clínicos", a la hora de abordar cada caso. "Una persona que recibe una pensión no contributiva o una Risga, o que está de baja por su enfermedad y cobra una pensión pequeña, y tiene que desembolsar 200 euros para desplazarse durante 15 días a A Coruña para recibir su tratamiento, se puede ver en una situación muy precaria. Las cuentas, evidentemente, no dan", reitera Paula Romero, quien recuerda, además, que los pacientes oncológicos que reciben radioterapia "normalmente necesitan unos cuidados complementarios", por ejemplo, por las quemaduras que les suele producir ese tratamiento, entre otros efectos secundarios. "Los fármacos o productos sanitarios indicados para paliar las secuelas del cáncer o los tratamientos oncológicos -para la diarrea, el estreñimiento, antiflatulentos, colutorios, cremas, entre otros-, no están incluidos en la prestación farmacéutica del Sistema Nacional de Salud", denuncia.