Lleida y otras siete localidades de la comarca catalana del Segrià han vuelto desde medianoche de ayer al confinamiento de abril. Hasta nueva orden, unas 160.000 personas, más los temporeros que en esta época aumentan la población de la zona, deberán permanecer en sus domicilios, y solo podrán salir para ir a trabajar, comprar, ir al banco o cuidar de alguna persona dependiente. También se permitirá salir a pasear con las personas que viven bajo el mismo techo y hacer deporte, por lo que las condiciones se asemejan a las vividas en España desde finales de abril hasta la fase 1 de desconfinamiento. Se trata de una decisión de la Generalitat, pero a la que se opone la Fiscalía de Lleida, que recuerda que es "una competencia estatal".

El Gobierno autonómico anunció el confinamiento a la vista de unos datos epidemiológicos que no han dejado de empeorar en la última semana: el brote de la comarca del Segrià, en confinamiento perimetral desde hace una semana, sumó ayer otros 190 casos, mientras que en el total de Cataluña se registró un fallecido y 816 nuevos contagios. Más allá de los datos, existe la preocupación de que este brote se haya descontrolado y que el principal hospital de Lleida, el Arnau de Vilanova, se sature. De momento los hospitalizados superan el centenar, y las pruebas PCR realizadas en esta zona arrojan un porcentaje de 38% de positivos, en contraste del 5% del resto de Cataluña, según reveló ayer la consejera de Salud del gobierno autonómico, Alba Vergés.

La Fiscalía de Lleida se opone, sin embargo, a que la justicia ratifique la decisión de la Generalitat y el fiscal jefe de la Audiencia, Juan F. Bone, afirma en un escrito dirigido al Juzgado de Instrucción 1 que "es una competencia estatal y se ejerce, además, con la garantía de la intervención del Congreso". "En todo caso, el presidente de la Generalidad, de acuerdo con el art 5º de la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, de los estados de alarma, excepción y sitio, podrá solicitar del Gobierno la declaración de estado de alarma", alega.

Entretanto, el Ayuntamiento de L'Hospitalet (Barcelona) cerró ayer las pistas deportivas al aire libre para evitar contactos que faciliten la propagación del coronavirus, mientras las autoridades sanitarias trabajan en la identificación de los focos que han ocasionado un rebrote en la ciudad, con más de cien casos.

En cuanto al resto de los brotes en España, se elevan a 21 los positivos por coronavirus del almuerzo del 6 de julio, víspera de San Fermín, en Pamplona. Murcia ha registrado 21 nuevos casos y han aumentado en cuatro el número de ingresados en centros hospitalarios, por lo que el PSOE ha pedido al Gobierno autonómico que implante el uso obligatorio de mascarillas en espacios abiertos, medida a la que se han sumado también Andalucía, Aragón y La Rioja.