Una docena de comunidades han establecido ya la obligación de llevar mascarilla en la calle y en espacios públicos privados aunque pueda mantenerse la distancia de seguridad. Cataluña, Baleares, ciertas zonas de País Vasco y Extremadura fueron las primeras en fijar esta norma y a ellas se suman desde esta semana Asturias, Cantabria, Andalucía, Aragón, Navarra, La Rioja, Murcia o Cantabria. En el caso de Galicia, la Xunta modificó hace unas semanas el decreto que regula su uso para darle prioridad, es decir, debe llevarse siempre mascarilla salvo cuando se compruebe que es posible guardar la distancia de 1,5 metros entre personas.

La obligación es similar en todas las comunidades aunque con matices. Mientras Cataluña y Baleares permiten no llevar las mascarilla en la playa o la piscina, Extremadura obliga a ello. En la mayoría, los ciudadanos se enfrentan a multas de 100 euros si salen a la calle sin el tapabocas obligatorio.