Toda la comunidad educativa estaba pendiente de cómo se organizarán los centros escolares a partir de septiembre. Sindicatos y asociaciones de padres han insistido en contar con un protocolo preventivo del Covid-19 cuanto antes. Esta mañana se ha presentado y las normas acordadas entre las Consellerías de Educación y de Sanidade incluyen hacer test serológicos a "todo" el personal de los centros educativos antes del inicio del curso.

En cuanto a organización y distancias, una de las reclamaciones de los sindicatos docentes que instan a garantizar la seguridad y a elevar el profesorado para disminuir las ratios, el documento establece, según explican desde Educación, que en clases el alumnado puede estar sin mascarilla mientras esté sentado y a un metro de distancia del resto. Si la distancia no se puede cumplir en el aula, la Xunta insta a retirar los muebles que no sean imprescindibles o mudarse a aulas más grandes. En todo caso, como solución de "última medida", si el resto de las posibilidades no pueden llevarse a cabo, toca usar máscara "en todo el horario lectivo".

Porque durante el recreo, que se insta a escalonar, el dispositivo de protección facial será obligatorio y la distancia interpersonal que se debe mantener se eleva a los 1,5 metros. Esa será la norma que rija fuera del aula. En el caso del recreo, se permite que, si no se dan las condiciones, los centros puedan optar por hacer recreos de aula.

El documento permite, siguiendo las orientaciones del Gobierno central, establecer grupos estables en el aula de 25 alumnos entre los más pequeños, hasta primaria, para que puedan jugar y socializar "sin tener que mantener la distancia interpersonal de forma estricta". No obstante, no deben interaccionar con otros grupos.

En el comedor se insta a varios turnos y en los buses, a la mascarilla.

Contagios

En caso de que se produzcan varios contagios en un aula, etapa o centro, las autoridades sanitarias, señalan desde el Ejecutivo gallego, podrán ordenar el cierre de los mismos, siempre que se cumplan las condiciones de al menos tres infectados en los últimos siete días, indican.

Cada centro, además, deberá tener su propio plan de contingencia donde se fije también cómo será el plan B si se suspenden las clases presenciales. Entre los mayores se preparará desde el principio una cuenta en el aula virtual y en los más pequeños, infantil y hasta primero y segundo de primaria, se abre el abanico a fórmulas de comunicación como videollamadas. Asimismo, los centros deben tener a finales de septiembre listo un documento con el alumno con problemas de acceso a ordenador a internet.