Tras cuatro meses cerrados por la pandemia, los centros de día reabrían ayer sus puertas y la emoción y alegría de los usuarios por reencontrarse con sus compañeros era palpable pese a las mascarillas y la falta de abrazos a las que obliga el Covid. "Es un día de una gran emoción y mucha sonrisa porque tenían muchas ganas de verse", indica el gerente de la Asociación Pro Personas con Discapacidad Intelectual de Galicia (Aspronaga), Juan Fontela. "Estamos todos, usuarios y trabajadores, muy felices porque sin ellos el centro está apagado", añade Sonia Ruiz, gerente de Aspace Coruña, entidad de apoyo a personas con parálisis cerebral. Pero para que estos reencuentros sean posibles hay mucho trabajo detrás porque los centros vuelven, pero al ralentí: con la mitad de usuarios y tres fases de desescalada a la que solo podrán avanzar si cada 15 días demuestran que cumplen a rajatabla con los protocolos marcados por la Xunta para la nueva normalidad en estas instalaciones.

Por el momento, en esta primera fase solo pueden atender a la mitad de usuarios y siempre en grupos reducidos. "De las 39 plazas, ahora pueden venir 23 y tienen que estar siempre en grupos de un máximo de ocho a diez personas", indican en Aspace. "Además los trabajadores tendrán asignados siempre los mismos grupos. Se intenta evitar las rotaciones para que si hubiese un contagio, afectase al menor número posible", añaden en Aspronaga, donde hasta el personal que viaja con los usuarios en el transporte al centro "es el mismo que estará una vez dentro con ellos". También para evitar que los usuarios entren en contacto con otros ajenos a estos grupos burbuja "hemos tenido que hacer turnos en el comedor y, pese a que estamos en el mismo espacio, no puede haber contacto entre quienes están en el centro de día y en la residencia", añaden en Aspace.

Mascarilla obligatoria tanto para trabajadores y usuarios es otra de las novedades en la reapertura de unos centros que han tenido que adaptar sus instalaciones y dinámicas a la nueva normalidad. "Hay que desinfectar las sillas de ruedas antes de entrar y todos los días realizamos la toma de temperatura tanto a los trabajadores como a los chicos varias veces y también controlamos la saturación de oxígeno", explica Sonia Ruiz, quien indica que desde Aspace también se ha enviado un cuestionario a las familias para ver si algún usuario ha podido tener contacto con algún positivo por Covid o síntomas similares. También en Aspronaga se mide la temperatura de los usuarios y han habilitado una alfombra a la entrada "en la que desinfectar los zapatos". "En el caso del personal, deberán dejar el uniforme todos los días en el vestuario para lavarlo y así usar uno limpio al día y cambiarse los zapatos al entrar", explica Juan Fontela.

Y tal y como marca el protocolo fijado por la Xunta estas dos entidades cuentan ahora con una habitación o estancia reservada para el aislamiento de posibles casos sospechosos. "Si presenta fiebre o síntomas habría que llamar a la familia para que lo traslade a un centro sanitario y mientras tenemos esta habitación para ellos", indican en Aspace Coruña.

Como ya ocurrió con las comunidades autónomas durante la escalada, las empresas o entidades que gestionan los centros de día tendrán que enviar un informe detallado sobre los protocolos que siguen a la Xunta para poder pasar de fase. "Hay tres fases de 15 días cada una y si recibimos la aprobación en un mes y medio podremos funcionar al 100%", explica Sonia Ruiz, quien reconoce que no solo depende de ellos sino también de la situación epidemiológica de la zona. "Si hubiese un repunte de casos en Sada, por ejemplo, pese a estar a 4 kilómetros, tendríamos que cerrar y eso aunque en el centro no hubiese ningún caso", sostiene.

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Aspace: Reapertura entre mascarillas

La felicidad era ayer la protagonista en estos dos centros de atención a personas con discapacidad y donde hacía semanas que reclamaban poder abrir y atender las necesidades de unos usuarios que en algunos casos habían notado un deterioro por el confinamiento y la falta de asistencia a terapias. De hecho ante los meses de ausencia, en Aspace han hecho una revisión médica a los usuarios con el objetivo de ver cuales son sus necesidades más inmediatas.