Casi al mismo tiempo que la Covid-19 empezaba a traspasar fronteras como un tsunami imparable, haciendo saltar por los aires la normalidad que conocíamos y que tanto añoramos, laboratorios de todo el mundo iniciaban una carrera contra reloj para encontrar una vacuna con suficientes garantías para doblegar al enemigo. No es el único recurso científico para detener la pandemia, pero sí el más importante. Las investigaciones siempre parten de la premisa de que el desarrollo de vacunas se caracteriza por un alto nivel de fracaso, pero nunca antes la comunidad científica internacional había actuado tan coordinada ni con tantos recursos para solucionar un problema.

Esta misma semana, se publicaron los primeros resultados, muy prometedores, de la vacuna provisional contra el SARS-CoV-2 que está desarrollando la empresa biotecnológica norteamericana Moderna. Los datos iniciales apuntan a que la vacuna es capaz de generar anticuerpos, y además con muy pocos efectos adversos. Expertos en microbiología y medicina preventiva consultados por LA OPINIÓN ven como una "muy buena noticia" que la investigaciones avancen a buen ritmo, aunque se muestran prudentes a la hora de establecer cuando podría estar lista y, sobre todo, accesible para la población, la vacuna que nos dará la llave de la normalidad.

"La Organización Mundial de la Salud (OMS) cifra en cerca de 300 los proyectos de investigación para desarrollar una vacuna contra el SARS-CoV-2 que se están llevando a cabo en todo el mundo, aunque en fases diversas, desde la fase 0 o preclínica. Que hayan entrado en ensayos clínicos, solo hay ocho proyectos. Uno de ellos es el de Moderna, que ha completado con éxito la fase 1, tal y como acaba de publicar la prestigiosa revista The New England Journal of Medicine. En esa primera fase, básicamente, lo que hicieron fue testar la seguridad de la vacuna en función de la dosificación y en un número muy reducido de pacientes. En concreto, 45. Y en ninguno de ellos se vieron efectos adversos significativos", explica el jefe del Servicio de Microbiología del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) y presidente de la Sociedad Gallega de Microbiología, Germán Bou, quien apunta a que, según esos primeros resultados publicados, la vacuna de la biotecnológica estadounidense "genera una respuesta inmune humoral y celular, y además es bastante segura".

"En la fase 2, que ya está en marcha -continúa Bou-, van a testar la seguridad de la vacuna en una población mayor, alrededor de 600 pacientes, porque a veces en una muestra tan reducida los posibles efectos adversos no se ven. Y de manera inminente, el próximo día 27, tienen previsto iniciar la fase 3, el estudio definitivo. Probarán la dosis de la vacuna que les ha funcionado mejor, 100 micro gramos, en 15.000 voluntarios, y a otros tantos les administrarán placebo. De esa manera, se obtendrán ya datos de eficacia a gran escala. Con una muestra tan elevada, podrán saber si la vacuna realmente protege de la infección", detalla el responsable de Microbiología del Chuac, quien no obstante insiste en que todo este procedimiento "tiene sus plazos". "Cuando una vacuna entra en la fase 3, la gente tiende a pensar que el salto a la clínica es inmediato, pero hay que tener en cuenta que lo que se busca con la vacuna es prevenir la infección, no tratarla. Por tanto, hay que esperar que toda la población del estudio entre en contacto con el virus para ver si las personas que han sido vacunadas están protegidas respecto a las que han recibido el placebo. Y eso dilata un poco el proceso, aunque en el caso Moderna, al ser una empresa biotecnológica norteamericana y contar con el apoyo de los National Institutes of Health (NIH) para este estudio, imagino que tendrán ya a la población seleccionada en las zonas con mayor prevalencia del virus en estos momentos", señala.

El doctor Bou confía en que la eficacia de esta vacuna -al igual que de las otras cuyo desarrollo está también avanzado- "se pueda ver lo más rápido posible", aunque insiste en que "va a llevar un tiempo". "Para este otoño, que es el periodo que más nos preocupa por la confluencia del SARS-CoV-2 con el virus de la gripe estacional y las infecciones respiratorias, en un contexto de clima invernal y de convivencia en espacios cerrados, no va a estar. Confío en que para 2021, sí. Ahora bien, habrá que ver cuándo. No tiene por qué ser en enero", avisa.

Igual de cauta a la hora de establecer un posible horizonte para la vacuna contra el virus que ha dado un revolcón a buena parte de nuestras costumbres sociales se muestra la jefa del Servicio de Medicina Preventiva del área sanitaria de A Coruña y Cee, María José Pereira. "Que haya al menos una vacuna en fase 3 de los ensayos clínicos es una muy buena noticia, pero eso no quiere decir que vaya a estar lista a finales de este año. Hay que ser prudentes. Seguro que podremos contar con ella, pero no podemos tener expectativas poco realistas", advierte la doctora Pereira, quien insiste en que el proceso se está acelerando al máximo, pero hay fases que no pueden ser más rápidas, y requieren de meses de pruebas. "En un contexto de pandemia, pueden parecer siglos, pero hay que tener en cuenta que en condiciones normales el desarrollo de una vacuna se extiende durante años, e incluso décadas", subraya.

La frenética carrera por encontrar una vacuna contra el SARS-CoV-2 tiene ante sí un doble desafío titánico. Primero, para acortar los plazos debe conseguir acelerar esa relativa lentitud que caracteriza al proceso habitual de desarrollo. Pero también hay que considerar que la vacuna realmente exitosa no tiene que ser solo efectiva, sino que además debe poder producirse a una escala nunca antes conocida.

"Moderna es una empresa biotecnológica pequeña, pero con el Gobierno de EE UU detrás, imagino que intentarán favorecer la producción. De hecho, aseguran que serán capaces de producir 500 millones de dosis para el año próximo. Sin embargo, no debemos depositar todas nuestras esperanzas en un único estudio. Hay otros proyectos en diferentes puntos del planeta que también están avanzados. En China están desarrollando una vacuna, basada en un adenovirus, cuyos primeros datos, también muy prometedores, se acaban de publicar en The Lancet. Oxford, por ejemplo, está trabajando en otra. Va a haber varias opciones, no se va a apostar todo a una carta", sostiene Bou.

La doctora Pereira, por su parte, insiste en que "va a haber vacuna", aunque de nuevo se muestra cauta a la hora de dar plazos. "Seguro que podremos contar con ella, pero no va a ser tan pronto como nos gustaría. Y seguramente tampoco para todo el mundo, al menos en fases iniciales. Hasta que su uso sea absolutamente generalizado, probablemente tengamos que pasar periodos de priorizar a qué grupo de edad se le va a poner", considera.

MªJosé Pereira - Jefa de Medicina Preventiva del área sanitaria de A Coruña y Cee: "El problema vendrá si el virus empieza a circular de forma mantenida"

"Se está trabajando en el desarrollo de vacunas y tratamientos eficaces contra el SARS-CoV-2 y la enfermedad causada por ese coronavirus, la Covid-19, pero hace falta tiempo. Y mientras ese arsenal terapéutico no llega, el grueso de la tarea está en manos de la población. Es fundamental que todos seamos conscientes de esto, y que actuemos con mucha precaución", advierte la jefa del Servicio de Medicina Preventiva del área sanitaria de A Coruña y Cee, María José Pereira, quien insiste en que la población, "tiene que entender su parte activa en la contención de la pandemia".

"La única parte positiva que le puedo encontrar a todo lo vivido estos meses es que hemos recordado lo importante que es la salud pública. Las medidas de higiene respiratoria aplicadas para evitar la propagación del SARS-CoV-2 no difieren en nada de lo que hemos dicho siempre en relación con el virus de la gripe estacional. El uso de mascarillas. es una novedad en nuestro entorno. Pero otras recomendaciones, como el lavado frecuente de manos o el estornudar en la comisura interna del codo, ya estaban ahí", recuerda.

A la vista de los rebrotes que ya se registran en muchos puntos de España —y también en Galicia—, la doctora Pereira insiste en "no bajar la guardia", y advierte: "El SARS-CoV-2 sigue aquí. Con rebrotes ya contábamos. El problema vendrá si el virus empieza a circular de forma mantenida, de ahí la importancia de actuar con precaución".

Germán Bou - Jefe de Microbiología del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac): "Quizás si todos hubiésemos sido más estrictos, se hubiesen evitado rebrotes"

"Hasta que llegue una vacuna efectiva y accesible a la población que permita inmunizar a todos los ciudadanos o la gran mayoría, vamos a tener que seguir las recomendaciones que, de manera reiterada, Salud Pública nos comunica, como el uso de mascarillas, las medidas de higiene y distancia física, etc.", subraya el jefe del Servicio de Microbiología del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) y presidente de la Sociedad Gallega de Microbiología de Germán Bou.

Este especialista admite que, desde un punto de vista microbiológico, en verano y con temperaturas más altas, "lo previsible es que los virus que salgan de una persona y caigan en superficies externas se inactiven antes, lo cual reduciría la transmisión". Los rebrotes que ya se registran por toda España evidencian, no obstante, que "ningún escenario se puede descartar". "No podemos bajar la guardia. Quizás si todos hubiésemos sido más estrictos en el seguimiento de las recomendaciones de Salud Pública, rebrotes como el de A Mariña lucense no se hubiesen producido. Mientras no llegue la vacuna y estemos inmunizados, vamos a tener que seguir con un nuevo estilo de vida que implica el uso de mascarilla y medidas de control. El coronavirus ha impuesto una nueva convivencia social. Aunque no nos guste, no tenemos otra opción que aceptarlo", subraya.