El ocio nocturno se sitúa en el centro del debate. Mientras empresarios de discotecas y locales consideran injusto que se les considere "culpables" de los muchos de los nuevos focos de coronavirus que están apareciendo en el periodo estival, muchas son las comunidades que se planean tomar medidas para limitar o restringir la actividad. Murcia ya dio un paso al frente y desde el lunes el Gobierno murciano prohíbe la apertura de locales de ocio nocturno, que solo se permitirá en terrazas y exteriores con todos los clientes sentados, al tiempo que ha limitado a un máximo de 15 personas las que se pueden reunir para eventos de toda índole, sean públicos o privados.

Navarra ya anunció el lunes que se limitaría el horario de cierre de los establecimientos de ocio nocturno para equipararlo al del resto de bares y restaurantes (hasta las dos) y que reduciría a diez el número máximo de personas en grupos durante la madrugada para evitar aglomeraciones al cerrar esos locales.

Por su parte, Cantabria está revisando el decreto del 18 de junio por el que se levantó el estado de alarma en la comunidad para modificarlo e implantar nuevas restricciones para tratar de prevenir contagios de coronavirus y evitar rebrotes. Entre esas medidas, estudia reducir de 25 a 15 el número máximo de personas en un grupo, controlar mediante registro a los clientes que acceden a determinados establecimientos donde hay "contacto estrecho" con los empleados -como peluquerías- y adecuar también los horarios de los locales de ocio nocturno, en especial el de cierre.

En Cataluña, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, dijo ayer que están estudiando cerrar el ocio nocturno, al considerar que los jóvenes que frecuentan estos locales no se están protegiendo adecuadamente. "Se esta estudiando la posibilidad de cerrar el ocio nocturno en toda Cataluña; pienso que es importante porque tenemos un problema con los jóvenes con el Covid y las prevenciones", señaló.