Alemania ofrece desde ayer test gratuitos a los viajeros que regresan del extranjero, unas pruebas que serán obligatorias a partir de mañana para quienes proceden de regiones de riesgo, a fin de evitar la cuarentena. La norma rige desde ayer, según indicaciones del ministro de Sanidad, Jens Spahn, quien defiende la gratuidad de esas pruebas pese a las críticas de quienes consideran que deberían ser a cuenta de cada viajero para no sobrecargar a la sanidad pública.

En la mayoría de los aeropuertos internacionales del país ya se han establecido los equipos necesarios para proceder a esos test, mientras que en el resto -como en uno de los dos aeropuertos de Berlín, el de Schönefeld- se espera que funcionen la próxima semana.

El propósito de Spahn es que aquellos viajeros que proceden de regiones de riesgo se sometan de inmediato en el aeropuerto a las pruebas, como alternativa a la hasta ahora preceptiva cuarentena domiciliaria, cuyo cumplimiento se ha revelado difícil de comprobar.