El número de positivos por coronavirus del que se ignora dónde pudo contagiarse -lo que se conoce como caso huérfano o aislado- ha aumentado en los últimos días en A Coruña y su comarca. Pese a que la Consellería de Sanidade no concreta qué porcentaje de los 464 casos activos a día de ayer responden a este patrón, sí reconoce -lo hacía en la orden que regula las nuevas restricciones en la zona publicada en la tarde del miércoles- que debido a la tasa de "casos huérfanos" y "al aumento en el número de cadenas de transmisión independientes", la comarca coruñesa registra "transmisión comunitaria" del virus aunque se desconoce "su intensidad". Sanitarios consultados aseguran que este incremento de casos aislados unido a que durante el rastreo de contactos no siempre se da toda la información, dificulta el control del virus en la zona.

A lo largo de una pandemia como la del Covid-19 siempre pueden aparecer contagios en personas que no tienen vínculo con brotes detectados o con otros positivos, pero cuando dejan de ser la excepción y se generalizan es cuando se habla de transmisión comunitaria. "Normalmente cuando más de la mitad de los pacientes son casos huérfanos estamos ante una situación que no es razonable pero para hablar de transmisión comunitaria influyen otros factores como las cadenas de transmisión. No es lo mismo que una persona venga de otra comunidad, vaya a la discoteca e infecte a 50 personas, por ejemplo, lo que sería una única cadena, un único origen, que haya muchas independientes. Y eso también debe analizarse en función de la población. No es lo mismo tres cadenas diferentes y simultáneas en una localidad de mil habitantes que en otra de 400.000", explica la jefa del servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario de A Coruña y miembro del comité clínico del Sergas que evalúa la evolución de la pandemia, María José Pereira.

Pese a que el Sergas no concreta qué porcentaje de nuevos positivos son casos huérfanos, una de los sanitarias que realiza labores de rastreo de contactos de quien tiene coronavirus, asegura que el pasado fin de semana ya eran mayoría. De la veintena de positivos a los que tuvo que hacer seguimiento para localizar a sus contactos, "el 80% fueron casos huérfanos", es decir, no fue posible localizar el origen del contagio. Esta misma rastreadora reconoce que el perfil de estos pacientes es el de un joven de entre "20 y 40 años" y que, en su caso, la mayoría de los detectados estaban vinculados a una zona concreta de la ronda de Outeiro aunque cree que ahora el virus ya está "más diseminado" .

Los expertos advierten además de que se están encontrando con cierta opacidad a la hora de que los positivos informen con qué personas han tenido un contacto estrecho en los últimos días. Todo esto hace inviable localizar a todas las personas que tras tener relación con un afectado pueden estar contagiados aunque no presenten síntomas y esto solo sirve para que el virus siga expandiéndose. "La gente debe saber que la información que dan se usa exclusivamente para controlar a aquellas personas que fueron sus contactos e instarles a que tomen las medidas necesarias. Y esto sirve como prevención de la expansión del virus y para hacer una valoración real de la forma del virus en una zona", indica María José Pereira.

Otras veces el problema es localizar al contacto de un positivo. "Hay veces que nunca llegan a coger el teléfono. Yo he tenido casos de llamar hasta diez veces", indica una sanitaria que también ejerce tareas de rastreadora.