El presunto autor de la muerte de dos mujeres el pasado viernes en una zona rural de Soutomaior efectuó al menos tres disparos con la pistola con la que se cometió el crimen. Dos de los tiros alcanzaron a su hermana, Genoveva G.R,, de 62 años, y uno a su sobrina Noelia, de 23 años, según indicó una persona que estuvo presente en el levantamiento de los cadáveres en el lugar de los hechos, junto a la chabola en la que residía el supuesto asesino, Miguel G.R., en una zona boscosa de Monte do Coello, en las inmediaciones del barrio de Lourido.

Los disparos impactaron en el abdomen de ambas mujeres, causándoles heridas mortales, por lo que pudo hacerlos a escasa distancia. El arma empleada en el homicidio fue encontrada poco después por los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Vigo y Pontevedra, encargados de la investigación, en el interior de una arqueta de la comunidad de aguas de Lourido que se encontraba situada a unos cincuenta metros de la vivienda. Los operarios municipales tuvieron que desbrozar la zona hasta llegar a este punto, que estaba cerrado con una tapa. En su interior, como a un metro de profundidad, estaba el arma.

El hombre, Miguel G.R., de 52 años, que fue detenido por la Guardia Civil como presunto autor del doble crimen, permanecía ayer en los calabozos de la Comandancia de Pontevedra a la espera de ser puesto a disposición judicial. Fuentes del instituto armado descartaron que se fuese a trasladar ante el juez durante el fin de semana, por lo que se espera que se produzca mañana lunes.

Los hechos ocurrieron el viernes alrededor de las 15.30 horas. La causa pudo ser una discusión menor por una escalera que le habrían prestado al presunto homicida y que no devolvió. Aunque Genoveva G. residía en Vigo y su hija en el municipio coruñés de Rois, ambas habían acudido ese día a una pequeña finca que tenía la madre en Lourido para dar de comer a los perros que dejaba allí.

Desde este lugar las dos mujeres se desplazaron a pie hasta la infravivienda en la que residía su hermano Miguel para reclamarle la escalera y se debió producir una fuerte disputa que acabó en tragedia, con la hermana y la sobrina fallecidas por los disparos de un arma de fuego.

Manuel Otero, la pareja de Genoveva G., fue quien confirmó que todo pudo deberse a la escalera que Miguel se llevó de la finca de su hermana "sin pedirle permiso". "Fue la única liada que tuvieron. No se hablaban, pero dentro de lo que cabe no había ningún conflicto entre ellos, cada uno iba por su lado".

Miguel y Genoveva eran dos de los siete hermanos de una familia que se crió en el barrio de Lourido. La casa en la que residían los padres, ya fallecidos, se sitúa a escasos cien metros del lugar del crimen, aunque Miguel era el único de la familia que aún permanecía viviendo en Soutomaior.