La Xunta extiende a Santiago, Ourense, Carballo y Santa Comba -así como al concello coruñés de A Laracha-, las restricciones aplicadas en la ciudad de A Coruña y en parte de su área metropolitana, ya que se levantan en Abegondo, Bergondo, Carral y Sada por la positiva evolución registrada en agosto. En estos cuatro municipios se deberán cumplir, a partir de ahora, las medidas de aplicación general en Galicia. El Gobierno gallego mantiene, sin embargo, las limitaciones adoptadas en Lugo.

La decisión de aplicar nuevas restricciones en la capital y en esas otras cuatro localidades de Galicia se ha adoptado debido al incremento de casos y a los nuevos brotes de Covid-19 detectados en la comunidad, según explicó ayer el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña tras reunirse con el comité de expertos que asesora a la Xunta sobre la evolución de la pandemia.

Las restricciones que se aplicarán en los municipios afectados vuelven a limitar el aforo de bares y locales de hostelería que ya no podrán servir en la barra y limitan el número de personas en eventos, lugares de culto y velatorios.

Las reuniones deberán restringirse a un máximo de 10 personas y se aplicará una reducción de aforos en locales de hostelería de hasta el 50%, tanto en el interior como en las terrazas. La limitación de usuarios afectará también a residencias de tercera y centros de día, que volverán a cerrar sus puertas.

El conselleiro apuntó que el área de Lugo sigue en tendencia ascendente, por lo que las restricciones se mantienen para "consolidar los datos", al igual que en los municipios de A Coruña, Cambre, Culleredo, Oleiros y Arteixo ven prorrogadas las limitaciones establecidas por Sanidade.

Galicia vivió ayer la jornada más negra de esta "segunda ola" de coronavirus, al registrarse seis víctimas mortales. Se trata un hombre de 82 años que estaba ingresado en el Hospital de A Coruña (Chuac)y otros dos de 74 y 84 años, ingresados en Lugo (HULA). Un cuarto fallecido, de 92 años, estaba hospitalizado en Santiago (CHUS). A ellos se suman dos mujeres de 94 y 86 años que también estaban en el hospital lucense y que eran usuarias de la residencia de O Incio (Lugo). Desde el inicio de la pandemia, en Galicia han perdido la vida 650 personas por Covid-19.

Además de los decesos, la pandemia continúa sumando nuevos casos activos. Los 213 positivos a de las últimas veinticuatro horas elevan a 3.847 personas el número de infectados en la comunidad. El Sergas también dio cuenta en su balance diario de que se han recuperado 12.879 personas desde el inicio de la crisis sanitaria al recibir el alta en la última jornada otras 108 personas. El cómputo de nuevos contagios más las curaciones arroja un número de los positivos detectados de 213 casos, una cifra similar a la del martes.

En cuanto a la presión hospitalaria, Galicia pasa de tener 19 personas en UCI a 14, pero suma 13 nuevos ingresos. Hay 156 personas en planta frente a 3.677 que se recuperan en sus domicilios.

Las residencias de mayores de Galicia contabilizaban ayer 220 casos activos de coronavirus, de los que 163 son usuarios y 57 trabajadores, lo que supone tres casos activos más que el martes, informó el Sergas. Los nuevos positivos son un empleado de la residencia de mayores Orpea Coruña, en Culleredo, con lo que los positivos en este centro son 39 (33 mayores y 6 empleados); y cuatro trabajadores de la residencia de mayores de O Incio (Lugo), que elevan a 118 los casos en este centro (31 trabajadores y 87 usuarios). Además, en la mañana de ayer se registraron dos positivos en la residencia de atención a la discapacidad Ricardo Baro de Aspronaga, en Oleiros (A Coruña), donde el lunes se conocía el contagio de un empleado.