La ministra de Educación, Isabel Celaá, pidió ayer a las familias que lleven con confianza a sus hijos a los centros educativos porque "el lugar más seguro es el colegio" y también insistió en la necesidad de que las aulas estén abiertas, ya que sus beneficios son muy superiores a los eventuales riesgos que puedan generar.

Lo expresó la responsable de Educación en una entrevista en RNE un día después de que el curso escolar 2020-21 arrancara en Navarra y Madrid seis meses después de las últimas clases presenciales, cerradas por la pandemia del Covid-19.

"En esta situación nadie puede estar tranquilo ni dentro ni fuera de la escuela", reconoció Celaá, por lo que anunció: "Vamos a seguir al pie de la obra" y colaborando con las comunidades para ir solventando las eventualidades que surjan.

La ministra se volverá a reunir con los responsables educativos autonómicos en Conferencia Sectorial este mismo mes de septiembre para "repasar" cómo han ido "situando sus piezas o distribuyendo" los 2.000 millones adicionales del fondo Covid para educación, que "fundamentalmente son para contratación de recursos humanos".

Celaá anunció que la guía del Ministerio con recomendaciones de seguridad para la vuelta al colegio está "viva y dinámica" y se irá "ajustando" a medida que evolucione la pandemia.

Sobre un posible cierre de centros educativos en territorios que puedan ser confinados, la ministra insistió en que "mientras no haya una transmisión descontrolada, que tendrá que determinar el Ministerio de Sanidad, el colegio tiene que seguir abierto porque todos estamos conviviendo con la pandemia".

Celaá reveló que su madre murió en Bilbao y no pudo ir a verla por estar confinada en Madrid, una situación que "han pasado tantos y tantas españoles" y que, apuntó, le afectó mucho a nivel personal.