China ha empleado ya al menos dos vacunas experimentales contra el Covid-19 en "cientos de miles de chinos" que ni han contraído el virus ni han presentado efectos secundarios adversos, según afirmó el directivo de una compañía biotecnológica. Además, Pekín ha certificado la eficacia de cuatro vacunas en su afán de llegar el primero a la meta en la carrera contra la pandemia, aunque Rusia comenzó hace ya unas semanas la distribución de la Sputnik V, que se dispensará en la red hospitalaria.

"Se ha vacunado a cientos de miles de personas y ninguno mostró ningún efecto adverso evidente ni se ha contagiado", aseguró el secretario de la Comisión para la Inspección de la Disciplina -nombre que en China reciben los órganos anticorrupción del Partido Comunista- del Grupo Nacional de Biotecnología de China (CNBG), Zhou Song, en una entrevista con la emisora oficial Radio Nacional.

Esta compañía estatal, explica el diario hongkonés South China Morning Post, es la desarrolladora de dos vacunas de las cuatro chinas que actualmente están pasando por la fase tres de pruebas clínicas, a las que se suman otras cuatro de otros países.

Zhou aseveró que es probable que las dos candidatas a vacuna que desarrolla CNBG -filial de Sinopharm- ofrezcan una inmunidad de hasta tres años.

"Ahora mismo, basándonos en los resultados de los experimentos en animales, de las investigaciones por fases y en vacunas que utilizan tecnología similar, no hay dudas de que la inmunidad puede durar entre uno y tres años", prometió.

Esto, según Zhou, haría innecesario organizar campañas anuales de vacunación contra el coronavirus similares a las de la gripe, ya que el virus no está mutando tanto como para que la vacuna basada en el virus inactivado de CNBG tuviera problemas para enfrentarse a él. Según explicó el directivo, sus vacunas están siendo las más empleadas en un programa autorizado por Pekín a finales de julio para permitir el uso de vacunas todavía no aprobadas por los reguladores en grupos de alto riesgo, como trabajadores sanitarios, diplomáticos o empleados que desarrollen su labor en el extranjero.

En Italia, la ciudad de Verona, en la región del Véneto, una de las más castigadas por la pandemia, comenzó la experimentación de la candidata italiana a vacuna contra el coronavirus en los primeros seis voluntarios, entre los que se encuentran un joven de 18 años y un médico de 54.

Se trata de un ensayo clínico que se lleva a cabo en 90 voluntarios de Verona y Roma, y que probará la eficacia de esta vacuna, creada, producida y patentada por la empresa biotecnológica italiana ReiThera. El Gobierno espera contar con entre 2 y 3 millones de dosis de una vacuna antes de finales de este año.