¿Qué le ha sorprendido por parte del alumnado en el CEIP Antonio Palacios de O Porriño en donde imparte clase en estos primeros días?

Pues vienen muy concienciados por todo lo que han vivido estos últimos meses. Me transmiten esa capacidad de regenerarse. Y sobre todo te hacen pensar en la humanidad: echan de menos tocarse, darse abrazos y besos... A mí también y me lo dicen. Te llama la atención la naturalidad, claro. Parece mentira que haya venido un virus a recordarnos que el contacto humano es insustituible. A veces los adultos perdemos la perspectiva de las cosas que son realmente importantes. Y ellos, los alumnos, lo tienen clarísimo: lo que más echan de menos es estar con los amigos, tocarse, verse, conversar, etc... lo realmente importante. Además, los niños y las niñas son muy solidarios: intentan ayudarse entre sí de manera natural.