Centros de salud de la ciudad de A Coruña han recibido en las últimas semanas numerosas quejas de jóvenes que tienen problemas con las citas asignadas para ir a realizarse la prueba PCR del cribado a coruñeses, de 18 a 40 años, que el Sergas inició el pasado 18 de agosto. Hay pacientes que denuncian que nadie les llamó para informarles de la cita -y se les ha pasado o se enteraron por casualidad al consultar la plataforma É-saúde-, otros que no pudieron atender la llamada critican que al devolverla, nadie les contesta o hay quienes sí fijaron la cita pero necesitan cambiarla de hora y del mismo modo, no obtienen respuesta al otro lado del teléfono. "El problema es que la asignación de las citas se le ha subcontratado a una empresa externa, un call center de Bergondo, y en los centros de salud no tienen en listado con los jóvenes seleccionados ni saben cómo pueden contactar para solucionar el problema de las citas", denuncia Almudena Currás, de CCOO. Lo mismo indican desde otros sindicatos, donde resaltan que desde los ambulatorios no pueden resolver "nada" porque este cribado depende de "salud pública".

La Xunta anunció hace un mes este cribado masivo como una de las medidas estrella para frenar el repunte de casos en el área de A Coruña. Se iba a invitar a los 62.000 coruñeses de 18 a 40 años a hacerse una PCR ya que en aquel momento tres de cada nuevos positivos en la ciudad eran en esta franja de edad. Una semana después del comienzo -y hasta el momento los únicos datos oficiales sobre la participación- indicaban que solo el 35% de jóvenes había acudido a la cita. Ahora, sindicatos como CCOO, cuestionan esta tasa al asegurar que parte del absentismo puede deberse a los problemas que hay con la notificación de las citas. "No está funcionando bien", señala Currás. Desde el Sergas, sin embargo, consideran que estar realizando un millar de PCR diarias es un dato positivo y recuerdan que en un cribado de estas características se encuentran todo tipo de situaciones y también hay jóvenes que al ser informados rechazan hacerse la prueba o quienes aunque han aceptado, finalmente no aparecen a la hora marcada.

Una tercera situación es la de quienes pese a querer someterse a esta prueba voluntaria, ven que no es posible por los problemas que hay a la hora de asignar las citas. Uno de los que denuncian varios afectados -y del que se hacen eco profesionales de Atención Primaria a los que acuden para resolver dudas- es que la comunicación para el cribado es solo unidireccional, es decir, la empresa llama al seleccionado y le indica una hora y un día concretos para la toma de muestras en la carpa habilitada en O Ventorrillo. Si una vez fijada la cita, el joven sufre algún contratiempo y necesita cambiarla de fecha o de hora, no tiene forma de ponerse en contacto con nadie para comunicarlo. Lo mismo les ocurre a quienes ven una llamada perdida en el móvil y al devolverla, nadie les responde. Es lo que lo ocurrió a un joven de 23 años que tras ver que no había respuesta al otro lado del teléfono, decidió consultar con su médico de cabecera, quien le explicó que ellos no tenían forma de solucionar este problema y quien no ha podido realizarse la PCR ya que no tiene forma de contactar con la empresa que gestiona las citas del cribado.

Misma queja que expresa María del Carmen, una enfermera coruñesa. En su caso, al parecerle extraño que aún no hubiesen llamado a su hija para el cribado -el Sergas selecciona por grupos de edades y ha comenzado por los más jóvenes- consultó en la plataforma É-saúde (en la que se posible ver desde el historial médico hasta las citas pendientes o pruebas que hay que realizarse) y vio que ya había pasado el día asignado para la PCR aunque nadie les había avisado. "El teléfono que figura en su historia es mi móvil y nadie nos llamó para la cita y ahora nadie sabe dónde tenemos que llamar para gestionarla", denuncia para criticar que además en el historial figura que su hija no se presentó cuando realmente no fue informada de que tenía que ir ese día.

La gran mayoría opta por preguntar en su centro de salud o en O Ventorrillo que es donde está instalada la carpa. "Sabemos que ha habido quejas en centros de salud en este sentido pero ellos no tienen nada que ver y no pueden solucionar nada porque depende de salud pública", indican fuentes sindicales.

Más allá de no tener forma de comunicar con los responsables de asignar las citas para el cribado, otros jóvenes denunciaban esta semana que se habían enterado por casualidad del día de la cita al haber accedido por otros motivos a la É-saúde. Desde el Sergas, sin embargo, aseguran que se llama a todos los candidatos con un margen de entre 15 y cinco días antes de la fecha asignada pero lo cierto es que ésta puede verse en la plataforma antes de recibir la llamada.

Desde Sanidade restan importancia a que los participantes no tengan forma de comunicarse con quien asigna las citas y resaltan que este tipo de cribados en grupos de población son "voluntarios" y se realizan a "personas sanas", en las que no hay "ningún tipo fehaciente de contacto con la enfermedad". Instan a diferenciar estas pruebas de las PCR que se realizan cuando alguien tiene síntomas o sospechas de tener Covid y recuerdan, por tanto, que no tiene la misma importancia que alguien con posibilidad de estar infectado no se realice el test obligatorio que el hecho de que no lo haga una persona del cribado de jóvenes. En cualquier caso y tras las críticas realizadas por numerosos afectados en los últimos días, desde la gerencia del área sanitaria coruñesa aseguran que "se va a reforzar el sistema de citación de participantes" para este cribado aunque no concretan de qué modo piensan hacerlo.