El cerebro humano plantea resistencia a las órdenes. Por ello es tan importante la comunicación, en tono positivo, con los pequeños y pequeñas. Porque hablar con imperativos no funciona". Es una de las explicaciones que María Soto, especialista en disciplina positiva y responsable de Educa Bonito, trasladó a su público de los talleres del IV Foro de Educación para describir la metodología que ayuda a entender por qué los niños se comportan como se comportan.

"Hay que enseñarles a pensar; educar es sacar pensamiento. De la otra forma no estás educando porque no estás haciendo que aprendan a pensar por sí mismos. Solo les estás dando órdenes de lo que tienen hacer y lo que no", expresó la especialista. En lugar de decir: "¡Recoge la mochila!" o "¡Prepara la mochila!" es mejor plantearles: "¿Tienes todo preparado para salir mañana por la mañana con la mochila?" o "¿Te falta algo por meter en la mochila?". Apunta la experta que en tono positivo es más fácil y los pequeños aprenden mejor, aprenden a pensar y se hacen responsables de cara el futuro, para aprender a tomar buenas decisiones producto de pensar, de reflexionar. Se trata de hablar siempre en positivo, según Soto. Cuando se ordena y se instala una relación de orden, premio, castigo, miedo... esta situación no favorece el aprendizaje, para nada, según la experta.

"Este proceso está basado en el conductismo. Es más fácil porque es más rápido. Yo te digo siempre lo que tienes que hacer, lo que está bien y lo que está mal. Con castigo o premio. Entonces tú ya no piensas porque solo funcionas con órdenes", describe Soto. Y eso también es negativo a la larga, ya que a la persona le costará tomar decisiones por ella misma, ya que siempre tuvo a una persona (padre, madre, tutor, maestro...) que le decía cómo tenía que hacer.