La paralización judicial causada por la pandemia durante el confinamiento decretado por el estado de alarma frenó los litigios en marcha y la llegada de nuevos conflictos a la justicia, caso de los juicios exprés por deudas económicas y, sobre todo, de las rupturas de pareja. Las demandas de separación o de divorcio se desplomaron en el segundo trimestre del año un 40,7% en Galicia, tendencia generalizada en todo el Estado, donde el descenso fue incluso ligeramente superior (42,1%).

Las demandas de ambos tipos sumaron durante abril, mayo y junio un total de 872 frente a las 1.471 del mismo período del año anterior, según las informaciones del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), que vincula la tendencia a la congelación de la actividad en los juzgados. De hecho, también disminuyeron, aunque solo un 11,7%, los monitorios, unos procesos exprés en sede judicial para reclamar deudas entre particulares y empresas y evitar los juicios tradicionales.

Ese trimestre coincidió casi plenamente con el estado de alarma decretado a mediados de marzo y suspendido a finales de junio. "La desescalada escalonada en la administración de justicia, la necesidad de adoptar medidas de seguridad e higiene en los juzgados y la persistencia de la incidencia de la pandemia han hecho que las características de la disminución de todos los indicadores en ese trimestre sean tan diferentes a las de cualquier otro periodo anterior que es imposible extraer conclusiones de los datos que se presentan", reconoce el TSXG.

En el caso de las disoluciones matrimoniales, el desplome fue generalizado. Los divorcios con consenso también se redujeron un 40% (de 840 a 503) y los consensuados un 41% (de 576 a 339). Menos porcentaje registraron las separaciones: de 39 a 17 en el caso de las consensuadas y de 16 a 13 en el de las pactadas. Se vieron afectados incluso los procedimientos vinculados a las custodias.