La cruz verde de las farmacias coruñesas nunca se apaga. Durante los meses más duros de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus SARS-CoV-2, demostraron su papel esencial asumiendo, además, labores específicas, como la entrega de fármacos a domicilio para población vulnerable, el reparto diferenciado del tratamiento en pacientes crónicos o la distribución de mascarillas. Pero quieren dar un paso más, y por eso han lanzado una propuesta para tratar de facilitar que los pacientes no vean interrumpida su medicación ante la situación que atraviesa la Atención Primaria a raíz de la pandemia y, al mismo tiempo, contribuir a aliviar la presión que sufre ese nivel asistencial. Y es que, con la consulta del médico de cabecera restringida casi a la vía telefónica, a veces es difícil conseguir cita en plazo para realizar un trámite tan sencillo como el de reactivar las prescripciones.

"Las oficinas de farmacia llevamos al pie del cañón desde el inicio de la crisis sanitaria, acercando medicación a casa a los enfermos cuando estaban confinados, haciéndoles recetas adicionales o incluso pidiendo cita a las personas de edad avanzada con sus médicos de cabecera. Y en esta segunda ola de la pandemia, queremos continuar siendo intermediarios entre los pacientes y los centros de salud", apunta Nina Villasuso, vocal del Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña (COFC), quien insiste en reivindicar el papel de su colectivo en el contexto de la Covid-19. "Los farmacéuticos somos los profesionales sanitarios que estamos más a pie de calle. En la actualidad, casi ocho de cada diez consultas médicas se realizan por vía telefónica. En los ambulatorios, por tanto, solo se está viendo a un 20% de los pacientes. Nosotros los vemos a todos, y casi a diario. La administración sanitaria nos debería sacar más partido. En estos tiempos de telemedicina, el papel del farmacéutico es incluso más importante de lo que ya era", subraya.

Otra petición lanzada desde el sector farmacéutico, aunque en este caso quien la formula es la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), es que el Gobierno dé luz verde a realizar en las farmacias las pruebas de la Covid-19 , "dada la gravedad de la situación como consecuencia del rebrote en muchas ciudades españolas". Esta patronal insiste en su solicitud "aduciendo la enorme capilaridad de las 22.000 farmacias que hay en España y la preparación de los 80.000 profesionales que trabajan en ellas". La postura de los farmacéuticos coruñeses en relación con esta demanda de la FEFE va, sin embargo, "en otra línea".

"Desde el COFC creemos que antes de solicitar la realización de test rápidos para la detección de la Covid-19, hay que ver en qué condiciones se llevarían a cabo esas pruebas dentro del sistema. Nuestra postura es favorable a contribuir a cualquier acción que suponga un mejor control de la pandemia, pero hace falta un desarrollo en cuanto a normativa, protocolo, material, comunicación de resultados... ", sostiene Nina Villasuso. Actualmente, recuerda la vocal del COFC, en el Sergas "se están haciendo esas pruebas a nivel hospitalario", para garantizar un mayor control de los positivos, a los que hay que aislar y, posteriormente, realizar un seguimiento. "Nos ponemos a disposición de las autoridades sanitarias para lo que haga falta, pero habrá que ver primero en qué condiciones y siempre colaborando con el Sergas, porque no podemos ir por libre. No se trata, simplemente, de vender un test. Tiene que haber un marco normativo, un protocolo y un sistema de comunicación muy claro. Estamos hablando de un tema muy complejo. En una situación de pandemia, de lo que se trata es de identificar y aislar a los casos activos", reitera Villasuso, quien de cara a esta segunda ola, insiste en apelar a la responsabilidad individual de los ciudadanos para contener las cifras de contagios. "No hay que bajar la guardia porque ahora vienen unas semanas y unos meses complicados, tras la vuelta al cole y con el inicio temporada de gripes y resfriados", advierte.