Las mascarillas KN95, equivalentes a una FFP2, iban a dejar de venderse en España ayer, pero podrán seguir en el mercado hasta el 31 de diciembre. El plazo ha sido prorrogado por el Gobierno en una disposición del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo publicada en el último momento. La razón, según el Boletín Oficial del Estado (BOE), es que quedan unidades en stock en el mercado y compras públicas "pendientes de recepcionar".

El pasado 23 de abril, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo emitió una orden que autorizaba el uso de estas mascarillas, de fabricación y homologación china, y de otros Equipos de Protección Individual a pesar de no contar con el certificado oficial de la Comunidad Europea. "Considerando que, ante la situación actual de escasez de Equipos de Protección Individual (EPI) con el marcado CE reglamentario en base a normas armonizadas, es necesario ampliar el listado de normas consideradas como equivalentes", decía la orden publicada en el BOE. "Esta autorización tendrá carácter temporal, finalizando su validez en el momento en que se complete la evaluación de conformidad necesaria para poner el marcado CE a dichos productos, o hasta el 30 de septiembre de 2020", especificaba la norma ahora prorrogada.

A partir del 1 de enero de 2021, las mascarillas estadounidenses (NIOSH-42CFR84), chinas (GB2626-2006), australianas (AS/NZ 1716:2012), coreanas (KMOEL - 2017-64) y japonesas (Japan JMHLW-Notification 214, 2018) desaparecerán de las tiendas y solo se podrán adquirir las que posean el marcado CE. Se podrán seguir adquiriendo mascarillas FFP1, FFP2 y FFP3, pero deberán contar con el sello CE. Esa marca, colocada en un producto o en los documentos que lo acompañan, indica que cumple con los requisitos esenciales de seguridad de las directivas o las normas técnicas europeas que afectan a su comercialización.