María tiene 80 años y aunque siempre quedaba con amigas para pasear, hace semanas que prefiere quedarse en casa por temor a contagiarse de Covid en el café con el que suelen terminar la caminata. Francisco, de 72, ya no acude a la partida diaria con los compañeros de toda la vida en el bar de su calle y Elena, de 78, duda si este año seguir con las clases de pintura en el centro cívico porque sus hijos creen que no es lo más adecuado en plena pandemia. Son tres historias ficticias pero que muestran los patrones que se reproducen en muchos hogares donde mayores que hasta el confinamiento llevaban una vida activa no saben cómo encarar la nueva realidad -sobre todo ahora que vuelven los rebrotes y llega el otoño- u optan por quedarse más en casa por temor al contagio. Expertos en Gerontología reconocen que hay "miedo" e incluso "pánico" en muchos mayores a contraer el Covid, pero instan a superarlo y retomar en la medida de posible la vida anterior al virus -siempre con las medidas de seguridad que marca la pandemia- ya que quedarse en casa y no socializar "siempre es malo, pero peor para gente mayor ya que en ellos tiene efectos a nivel físico y cognitivo", señala el catedrático de Geriatría y Gerontología de la Universidade da Coruña José Carlos Millán.

La pandemia golpeó con fuerza a los mayores durante la primera ola -uno de cada tres contagiados tenía más de 70 años y desde la Sociedad Española de Gerontología y Geriatría (SEGG) calculan en 20.000 los fallecidos por Covid- y esto unido a los meses de confinamiento y a una desescalada en las que se hacía especial hincapié en la vulnerabilidad de este colectivo (incluso se les habilitaron horas específicas para pasear) hizo que el miedo calase entre los mayores y muchos aún no se lo quitaron de la cabeza. De ahí que incluso quienes no tienen problemas de salud redujesen notablemente sus actividades o vida social. Los expertos lanzan un mensaje de tranquilidad y aseguran que la situación actual poco tiene que ver con la de marzo. "Hay gente que tiene miedo e incluso pánico al virus y hay que decirles que al virus hay que tenerle respeto, pero no miedo. Aunque los datos puedan asustar, ahora estamos mejor que en la primera ola. Hay más casos porque se realizan más pruebas PCR y lo positivo es que sabemos más de la enfermedad y que los hospitales no están saturados", indica Millán.

Porque la situación epidemiológica no es comparable a la de marzo y porque hasta que aparezca una vacuna o un tratamiento van a pasar meses, los expertos recomiendan a los mayores recuperar sus rutinas y vida social. "Deben poder salir, tener actividad, con precauciones, pero no debe haber un confinamiento en las residencias ni en los domicilios. Es muy importante tener en cuenta que las personas mayores requieren contacto, moverse", explica el secretario de la SEGG, Alfredo Bohórquez. "Hay que proteger a los mayores, pero también deben relacionarse. No tienen que tener miedo sino ser prudentes; tienen que salir a pasear, tener salud", aseguraba esta misma semana el epidemiólogo Fernando Simón. Una opinión que comparte Millán:"Hay que perder el miedo a salir. Se pueden hacer muchas cosas reduciendo el riesgo".

Para este especialista de la UDC, los mayores, como el resto de la población, pueden retomar cualquier actividad "siempre que se sigan las medidas de seguridad como mantener la distancia social, usar la mascarilla y lavarse las manos con frecuencia". "Hay que evitar aglomeraciones de gente, extremar el cuidado en las reuniones familiares y siempre que se pueda priorizar las actividades al aire libre: pasear, senderismo, visitas a la ciudad, etc...", dice Millán, quien no ve ningún inconveniente en participar en las actividades grupales que cada otoño comienzan en centros cívicos y asociaciones. "Ahora mismo la recomendación es que los grupos sean más reducidos. Si antes eran 30 o 40 personas, por la pandemia deberán ser de seis o diez como máximo pero si se cumplen las medidas de seguridad no hay problemas en ir a estas clases ya sean de pintura, ajedrez o labores", indica Millán, quien incluso -y pese a que el Imserso ha vuelto a suspender sus viajes- cree que los mayores pueden realizar "excursiones, visitar zonas siempre se informen bien antes de la incidencia del virus en esa ellas".

Retomar rutinas y vida social es clave porque lo contrario puede acabar mermando la salud y calidad de vida del mayor.