Daniel Guerra, de 33 años, tiene parálisis cerebral y aunque en su caso "entiende todo y habla perfectamente", según explica su madre, Lorena Guerra, el confinamiento le afectó a nivel psicológico. "Sobre todo al principio tenía mucha incertidumbre. Hacía muchas preguntas siempre y el problema es que yo tampoco tenía muchas respuestas porque todo cambiaba en cuestión de días y esto generaba cierta angustia. Veíamos las noticias y hemos hablado mucho", explica esta coruñesa, quien agradece también el apoyo constante desde Aspace . "En el caso de mi hijo la pandemia de coronavirus se notó sobre todo a nivel psicológico, le generó cierta inseguridad y buscaba solucionarla llamando a Aspace, donde la ofrecían atención psicológica por teléfono y esto le permitía expresar los sentimientos que sentía en ese momento", indica Guerra, quien añade: "Hablaba también por teléfono con sus compañeros e incluso en alguna ocasión realizaron videollamadas en grupo".

Además, el cierre del centro de día —que Daniel va desde por la mañana hasta las 17.00 horas— echó por tierra sus rutinas diarias. "Y Daniel no acepta bien los cambios", reconoce Lorena, quien asegura que durante el confinamiento —que pasaron juntos al 100% ya que ella no estaba trabajando— "hablamos mucho e intentamos ocupar la mayor parte del tiempo posible". "A Daniel le gusta dar un paseo o salir pero también es muy casero, le gusta mucho la informática, los ordenadores", indica la madre de este coruñés de 33 años, quien reconoce que también intentaron seguir con las actividades que periódicamente les enviaban desde Aspace.

En el caso de Daniel una de las terapias que más echó de menos fue acudir al fisioterapeuta. "Pese a que él se mueve en silla de ruedas tiene un andador y sí que tuvo disposición para intentar hacer los ejercicios que nos enviaban pero en casa no tienes la misma capacidad para hacerlos", indica Lorena Guerra, que asegura que en muchos casos, las familias están preocupadas "por si los usuarios han perdido lo que pudieran haber ganado durante el tiempo que han ido a las terapias".

En este sentido y pese a que reconoce que no todas las personas con parálisis cerebral presentan las mismas condiciones —ni físicas ni cognitivas—, Guerra asegura que para muchos usuarios "es vital ir a Aspace" o lo pueden necesitar "más que Daniel". "Si legado el caso se produce un nuevo confinamiento tiene que haber una solución, un plan B para los usuarios ya que terapias como ir al fisioterapeuta o al logopeda son tan necesarias e importantes para ellos como alimentarse", sostiene esta madre coruñesa.