El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, expresó ayer su gran preocupación por el aumento de casos en regiones como Europa y América, y advirtió que ante ello a algunos países no les quedará más remedio que recurrir de nuevo a confinamientos locales.

"Entendemos la frustración de muchos países a medida que ven los casos subir de nuevo", señaló en rueda de prensa Tedros, quien añadió: "Llegado cierto punto no hay otra cosa que hacer que dar órdenes de quedarse en casa para ganar tiempo y usarlo para elaborar planes, preparar a los trabajadores sanitarios y mejorar los test".

El experto etíope añadió que en la actual situación sigue sin ser una opción dejar que más gente se contagie para intentar lograr la inmunidad de grupo, porque "dejar que el virus circule llevará a infecciones, sufrimientos y muertes innecesarias". "En la mayoría de los países menos del 10% se ha infectado", recordó, lo que, unido a la falta de vacuna, impide utilizar una estrategia tan arriesgada como la de buscar la inmunidad de grupo.

"Nunca se ha utilizado como respuesta a una epidemia, y mucho menos ante una pandemia; plantea problemas éticos", aseguró Tedros, que recordó que aún no hay estudios suficientes para confirmar cuánto dura la inmunidad de las personas que ya han pasado el Covid-19, y si esta es igual en todos los individuos.

Consecuencias a largo plazo

Por otra parte, la directora técnica de la OMS para el Covid-19, Maria Van Kerkhove, señaló que ya no solo son preocupantes los casos graves y las muertes por coronavirus, sino también los efectos secundarios de la enfermedad en pacientes que ya la han superado. "No solo nos inquietan los casos, las hospitalizaciones o las muertes, sino los impactos a largo plazo que empezamos a ver en individuos que incluso pasaron la enfermedad con síntomas leves", señaló Van Kerkhove.

"Sólo ahora empezamos a ver estos efectos en corazón, cerebro, pulmones o salud mental", añadió la directora técnica de la OMS para explicar por qué sigue siendo importante combatir el aumento de los contagios pese a que la mortalidad del coronavirus sea ahora relativamente baja, de sólo un 0,6% de los casos.