Apenas cinco días después de que se decretase el estado de alarma, Cruz Roja lanzó el Plan Responde frente al Covid -la mayor movilización de recursos y personas de su historia- para cubrir las necesidades surgidas de la pandemia. Desde entonces, la entidad ha atendido a más de 20.300 personas en la provincia de A Coruña y ha combinado los servicios derivados propiamente de la pandemia -como la colaboración con el albergue para personas sin hogar que se habilitó en Riazor o la dotación de tablets a menores para que pudieran seguir las clases online- con los que ya ofrecía antes de la llegada del coronavirus. Ahora, Cruz Roja arranca la segunda fase de este plan que se focalizará en mejorar el acceso al empleo en colectivos vulnerables. "Lo primero fue cubrir las necesidades básicas y ahora mejorar el acceso a un mercado laboral marcado por la pandemia", explica la presidenta de Cruz Roja A Coruña, Mercedes Casanova.

¿Cómo resumiría estos seis primeros meses de 'Plan Responde'?

Hemos tenido una actividad muy intensa, algo por encima de lo que esperábamos. Han sido unos meses en los que hemos tenido que ir adaptándonos a las nuevas demandas, ir adelantándonos a lo que iba a venir y eso en una situación de contínuos cambios, de incertidumbre. Lo primero, cuando se decretó el estado de alarma, fue cubrir las necesidades básicas de alimentación o medicamentos pero estos meses hemos tenido también que atender otras cuestiones: la brecha digital que hace que algunas personas no puedan ni solicitar una cita con la administración o la formación para buscar un empleo porque además hay cuestiones de antes de la pandemia que no han desaparecido con ella.

¿Cuál es el perfil de quienes solicitaron ayuda a Cruz Roja durante la pandemia?

Un 65% de las personas que hemos atendido desde que se decretó el estado de alarma nunca se habían acercado hasta Cruz Roja, no eran usuarias de ningún programa. Y es un perfil muy feminizado. La mayoría fueron mujeres y la media de edad no es muy alta, de 35 a 45 años.

¿Qué servicio fue el más demandado estos meses?

Lo más demandado fue cubrir las necesidades básicas de alimentación, gente que necesitaba llenar la nevera. La entrega de alimentos o de medicamentos se realizó sobre todo a personas que se quedaron sin ingresos, que tardó en cobrar el ERTE o que vivían al día y ahora se quedaron sin posibilidades, pero también a personas de riesgo que debido al confinamiento no podían por cuestiones sanitarias o físicas salir a la calle y se los llevábamos nosotros a casa. En estos casos además normalmente se hace un seguimiento telefónico porque tienen también la necesidad emocional de acompañamiento, son gente que vive sola y en esta situación de incertidumbre es bueno que sepan que hay alguien que les puede ayudar.

¿Qué otro tipo de ayuda han prestado en la pandemia?

Desde dotación de recursos a niños que no tenían conexión a internet y se les donaron tablets o wifis hasta reparto de kits de higiene, asesoramiento legal, acompañamiento a personas mayores, orientación laboral, etc...

¿Todo giró en torno al Covid?

Hay cuestiones, problemas anteriores a la pandemia que siguen ahí y tenemos que atender pero es cierto que todo está condicionado por la situación sanitaria.

¿Cómo se han adaptado a la nuevas demandas que exigía la pandemia?

Nos hemos tenido que adaptar en todo, desde la forma de atender hasta el tipo de programas ofrecidos. Llevábamos muchos tiempo en donde la entrega de materiales había quedado algo relegada y hemos tenido que volver a ella con entrega de tarjetas de compra o de alimentos. Y en función de las nuevas demandas hemos ido readaptándonos. Por ejemplo, ofrecemos asesoramiento sobre el ingreso mínimo vital u otras cuestiones legales. En este sentido hay que destacar que esta situación ha servido para mejorar la colaboración entre las entidades y las administraciones locales. Y ahora, la segunda fase del Plan Responde se enfoca hacia el empleo, a mejorar el acceso al mercado laboral.

¿Qué diferencias hay entre esta crisis sanitaria con consecuencias económicas y la de 2008?

Esta situación no es comparable con nada de lo vivido hasta ahora. La crisis de 2008 golpeó con fuerza y ésta ha golpeado a gente que todavía no se había recuperado de la anterior o que empezaba ahora a salir de ella. Es una crisis con muchos factores que influyen en la vida de las personas y todo además con la incertidumbre añadida que conlleva.