La lucense Olga Novo, voz destacada de la poesía contemporánea en gallego, ha sido galardonada con el Premio Nacional de Poesía 2020 por su obra Feliz Idade que, según el destaca el jurado, es "un relato vitalista que celebra el amor y la existencia más allá del tiempo". El galardón, concedido por el Ministerio de Cultura, está dotado con 20.000 euros.

El jurado considera que este libro, que recibió recientemente el Premio de la Crítica de Poesía en gallego, "es una criatura viva que relaciona la maternidad y la muerte con una profunda presencia crítica de la memoria histórica". Y además destaca que la voz poética de Olga Novo, "inconfundible y de gran potencia, conjuga autenticidad y verdad, y se distingue por su lenguaje visionario que trae a la contemporaneidad el eco ancestral de toda una tradición literaria".

Olga Novo (Vilarmao, A Pobra do Brollón, Lugo, 1975) es doctora en Filología Gallega por la Universidade de Santiago. Voz destacada de la poesía contemporánea en gallego, es autora de una obra entroncada con propuestas radicales surrealistas y libertarias, marcada además por un profundo vitalismo telúrico, el feminismo, la memoria agraria y el erotismo. De sus tres primeros poemarios publicados, A teta sobre o sol (1996), Nós nus(1997, Premio Losada Diéguez de Creación) y A cousa vermella (2004), la crítica destacó su "gran torrente vivencial y su fuerza expresiva, unidas a una honda y personal sensualidad". Con posterioridad, publicó, entre otras obras, Cráter (2011), por el que también recibió el Premio de la Crítica de Poesía en gallego.

Tras conocer el fallo del jurado, Novo lamentó que los autores de lenguas "periféricas" sigan "siendo invisibles" a su entender, aunque le gustaría "pensar que es algo que ya está superado". "Los escritores de los sistemas literarios llamados periféricos como el catalán, el gallego, el vasco o el aragonés sabemos que seguimos siendo eso, periferia. Somos invisibles, por ejemplo, en los medios de comunicación. Y que un premio de estas características recaiga en un autor de esos sistemas periféricos supone una cierta armonía", señaló la autora.

Novo explicó además que la España rural es algo que está muy presente en su obra y con lo que está en contacto diario al vivir en un pequeño pueblo. "Mi aldea podría ser un símbolo, recuerdo todas estas casas habitadas y con animales y hoy solo quedan tres personas y son gente mayor. Es una enorme pérdida cultural de consecuencias sociológicas profundísimas", dice.