Cáritas advirtió ayer de que "no tener casa mata", y los 2,1 millones de personas que viven en la calle o en infraviviendas insalubres son ahora un colectivo extremadamente vulnerable al coronavirus. Con motivo del Día de las Personas Sin Hogar, que se conmemora este domingo, la organización alertó en un comunicado de la realidad de muchas personas sin hogar o que viven en infraviviendas, lugares poco salubres y dignos para poder vivir con cierta seguridad y para quienes es una "utopía" poder adoptar las medidas de prevención decretadas por las Administraciones.

La Covid-19 ha desvelado la inseguridad ante el virus de este colectivo: unos 800.000 hogares y 2,1 millones de personas que sufren situaciones de inseguridad en la vivienda en España. Con el lema No tener casa mata, Cáritas y otras entidades que impulsan la Campaña de Personas Sin Hogar, quieren llamar la atención de los poderes públicos y de la ciudadanía sobre los efectos que la falta de una vivienda adecuada supone para miles de personas y familias en España.

"No tener casa impide tener un hogar, unas relaciones sociales normalizadas, un espacio básico de protección, además de suponer un serio impacto en la salud física y mental". "Afecta a los sueños, las oportunidades, la confianza y la salud de estas personas, y, por tanto, a sus derechos", explica Enrique Domínguez, responsable del Programa de Personas sin hogar de Cáritas.