La Generalitat de Cataluña plantea nuevos escenarios para hacer frente a la pandemia en los próximos días. El gobierno catalán ya ha solicitado el estado de alarma, que posibilitará el toque de queda para restringir la movilidad nocturna, y no descarta volver al confinamiento domiciliario y al cierre de los colegios, según expuso ayer la portavoz del Ejecutivo catalán, Meritxell Budó.

En declaraciones a la RAC1, Budó admitió que la opción del confinamiento está presente en los debates del ejecutivo catalán y es una posibilidad "que se pone encima de la mesa en función de cómo avancen los datos epidemiológicos". No obstante, matiza que se trata de una decisión que aún no es necesaria, pero no se descarta y se seguirá abordando en función de los contagios que revelen las próximas semanas: "En estos momentos no están previstos de forma inmediata".

En caso de decretar este confinamiento domiciliario, las escuelas catalanas también deberían cerrar "con mucha probabilidad", según manifestó la portavoz del Ejecutivo catalán.

Los contagios de Covid-19 en el comunidad catalana siguen sin freno y en las últimas veinticuatro horas se notificaron 6.073 nuevos infectados y otros 48 fallecimientos, mientras que el índice de rebrote se eleva a 713,37 cada cien mil habitantes, casi 78 puntos más que el día anterior. Cataluña sitúa la cifra de casos acumulados en 225.901.

El número de personas enfermas ingresadas es de 1.743, de las que 325 están en la UCI, una cifra que no hace más que ascender de manera muy rápida en los últimos días. La cifra de fallecidos total se sitúa en 13.773, lo que supone 47 víctimas mortales más.

Ante esta situación, el gobierno catalán acordó solicitar al Ejecutivo de Pedro Sánchez el estado de alarma para hacer frente a la peligrosa situación del Covid-19 en la comunidad, lo que permitirá decretar un toque de queda nocturno. Bajo este estado de alarma, ha apuntado Budó, la Generalitat sería "la autoridad delegada competente" y se preservarían sus competencias: "La voluntad es que sea un estado de alarma absolutamente diferente a lo que se aplicó en marzo, que fue recentralizador".