El Anteproyecto de Ley Orgánica de Garantía de la Libertad Sexual del Gobierno incluye a los menores como víctimas de esta violencia y creará centros para su atención integral, en un modelo similar al que ya existe en otros lugares de Europa, conocidos como barnahus.

Fuentes del departamento que dirige Irene Montero explicaron que esta norma promoverá protocolos y atención específica para los niños que sufran agresión sexual, unas medidas que servirán para reforzar la Ley contra la violencia en la infancia, que ya se tramita en el Congreso. Las mismas fuentes, no consideran incompatibles ambas normas. A su juicio, no se podía hacer un texto sobre violencia sexual sin incluir y proteger a los menores que sufren estas agresiones, ya que estaría incompleta.

Como principal novedad en esta protección, el Ministerio plantea adoptar las "casas de niños" que se están implantando en muchos puntos de Europa. Se trata de centros donde los expertos en la materia atienden a los menores víctimas de maltrato o abusos sexuales, evitándoles tener que declarar en una comisaría. Su testimonio lo pueden ofrecer en esa misma casa, en un entorno agradable y respetuoso con sus necesidades.

El objetivo de Igualdad es evitar la revictimización del menor y ofrecer garantías, tanto de un testimonio en condiciones de seguridad, como de una investigación satisfactoria del caso.

No es la única novedad en esta ley que incluye a los menores. Fuentes del Ministerio indicaron que también se busca la protección de aquellos que se han convertido en huérfanos por feminicidio sexual (el homicidio de mujeres vinculado a la agresión sexual), una violencia que no está reconocida como tal en la normativa española.