El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, exigió ayer que el estado de alarma dure un máximo de ocho semanas y la aprobación de un "plan B jurídico" para restringir la movilidad mediante ley orgánica para dar su apoyo a esta medida de excepción contra el coronavirus.

Casado comunicó al Gobierno de Pedro Sánchez estas dos condiciones para que el PP vote a favor de una medida que considera la "constatación de un fracaso", según explicó durante su intervención en la clausura del 23 Congreso Nacional de la Empresa Familiar en Madrid. Los gabinetes del Ejecutivo y del PP están en contacto desde el domingo y Casado espera tener la "oportunidad de hablar durante esta semana".

El líder de la oposición defendió la "unidad" pero también que el estado de alarma "no puede superar en ningún caso las ocho semanas". El PP es partidario de un mes, pero lo alarga a dos -el doble que el establecido en la crisis de los controladores- para poder llegar a un acuerdo.

Ocho semanas de estado de alarma permiten que "la curva se pueda estabilizar", limitar la movilidad en los tres puentes -el de Todos los Santos, el de la Almudena en Madrid y el de la Constitución- y "salvar la campaña navideña", argumentó Casado.

Mayores

También "da tranquilidad a los españoles, sobre todo a lo mayores, que ven con preocupación y casi depresión que no puedan recibir a sus familias de aquí al 9 de mayo". Además, a su término los partidos deberían haber aprobado ya la reforma de la ley orgánica de salud pública propuesta por el PP.

Casado expresó sus dudas sobre la legalidad del estado de alarma a seis meses porque "la propia ley orgánica de alarma ya prevé que tiene que ser para cuestiones puntuales" y el control parlamentario "no se puede sustituir por una comparecencia semanal" frente a la que no se puede votar.

A su juicio, contraviene la constitución por negar el control jurisdiccional y desoye las recomendaciones europeas sobre que "la excepcionalidad constitucional debe durar lo menos posible"

Casado cuestionó que se considere a las autonomías como autoridad delegada, porque a su juicio es el Gobierno el responsable. "Eso no es cogobernanza, cogobernanza es encerrarse 10 horas como hizo Merkel y salir con respuesta conjunta", argumentó.

"Triunfalismo y negación"

"Lo dramático de esta segunda oleada es que ya estábamos avisado y el triunfalismo y la negación de la colaboración del adversario ha sido letal", apuntó el presidente del PP, abogando por una "respuesta quirúrgica" al virus mediante el mando único.

Casado propugna soluciones a la "coreana" en lugar de "confinamientos drásticos" ya que "elegir entre salud y economía es como elegir entre respirar y comer: sin respirar aguantas menos, pero hay que comer".

Los presidentes de las cuatro comunidades en las que gobierna el PP -Madrid, Andalucía, Castilla y León y Murcia- respaldaron el estado de alarma, que no pidieron, al tiempo que criticaron el momento en el que se adopta -tarde para Murcia- o su duración excesiva.