"Hemos tenido pacientes que ingresaron por un ictus y a los que, posteriormente, se les diagnosticó, además, Covid-19. No han sido muchos, afortunadamente, pero está claramente descrito que uno de los posibles efectos de la infección causada por el SARS-CoV-2 es el aumento de trombosis. No solo a nivel cerebral, también en otras localizaciones. Tanto es así que, en fase aguda, a los pacientes que están hospitalizados por Covid-19 se le suele iniciar tratamiento anticoagulante", explica la jefa del servicio de Neurología del Chuac, Mar Castellanos.

¿Qué otros síntomas de afectación neurológica se han observado en pacientes con la infección por el SARS-CoV-2?

El más común es la encefalopatía, en diferentes grados: desde enfermos con Covid-19 que sufren un poco de delirio, a otros que llegan al estado de coma.

Recientemente se celebró el primer Congreso Nacional de Covid-19, en el que usted participó. ¿Qué otras cuestiones relacionadas con su especialidad se abordaron en ese encuentro?

Se habló de los pacientes que tienen otros problemas neurológicos, como la esclerosis múltiple y el propio ictus. Tras infectarse con el coronavirus SARS-CoV-2, la evolución de estos enfermos es muchísimo peor. En su momento, al principio de la pandemia, había cierto temor porque muchos pacientes con dolencias neurológicas están siendo tratados con terapias inmunosupresoras. No sabíamos qué iba a pasar con esos enfermos, en caso de contagiarse con la Covid-19. Tuvimos que luchar mucho para no dejasen de acudir a los hospitales a recibir sus tratamientos. Con posterioridad vimos que los mantuvieron, y sin mayores problemas. Y también es importante transmitir eso a la población.