La Xunta no cierra por ahora su territorio, manteniéndose con Comunidad Valenciana, Extremadura, Canarias y Baleares al margen de los confinamientos decretados por el resto de autonomías para frenar la expansión de la pandemia. Aun así, el Gobierno gallego estudia imponer hoy en la reunión del comité clínico nuevas restricciones a las ciudades de Lugo, Pontevedra y Ferrol, así como a la de Vigo.

"En cierto modo, Galicia está en cierre perimetral", asumió ayer Feijóo ante los confinamientos de Asturias, Castilla y León y norte de Portugal. Aun así, descarta esa opción. "Con los datos de ayer, no contemplamos el cierre de los 313 concellos", dijo tras exponer que es la cuarta comunidad con menor incidencia en los últimos siete y catorce días (153 y 227 casos por 100.000 habitantes).

Sin embargo, reconoció que la situación en las ciudades "preocupa". "Prácticamente todas las ciudades, con menor intensidad A Coruña, están en situación de riesgo", alertó. Esa inquietud quedó plasmada en los encuentros mantenidos el miércoles y ayer por el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, con los alcaldes de Santiago, Teo y Ames, en la primera jornada, y Pontevedra, Lugo, Ferrol y Vigo, en la segunda.

Tras el encuentro con los dos primeros regidores, avanzó el estudio de nuevas restricciones. "La tendencia sigue en crecimiento, con lo cual, anticipamos la posibilidad de que en la reunión del comité clínico de mañana se proponga algún tipo de restricción adicional en estos dos municipios", declaró Comesaña, informa Europa Press.

Sanidade estudia confinar la ciudad de Santiago al nivel de Ourense y elevar las restricciones en Vigo y Pontevedra al nivel que tenía hasta ahora la capital gallega, con reuniones solo de convivientes (y nunca más de cinco personas como en el resto de la comunidad gallega) e interiores de los bares cerrados, entre otras.