En cuestión de semanas la situación epidemiológica y sanitaria en el continente europeo ha pasado de "preocupante" a "alarmante". La lista de países que registran de nuevo picos de contagios de coronavirus sigue creciendo y son muchos los estados miembros que se han visto obligados a endurecer las restricciones e incluso a imponer de nuevo los confinamientos para limitar el contacto social y contener la segunda oleada de un virus que, hasta este jueves, ha infectado a casi siete millones de personas, un millón de ellos en la última semana, y que ha provocado más de 215.000 muertes en todo el continente europeo.

En este contexto de máxima presión sanitaria, los 27 líderes de la Unión Europea volvieron a reunirse ayer, esta vez por videoconferencia, para hacer balance de la situación e intentar reforzar la respuesta conjunta frente a una pandemia que ocho meses después de irrupción vuelve a poner en rojo a casi todas las regiones europeas, según el último mapa de riesgo del Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC).

"La gente está preocupada y cansada. Pero necesitamos paciencia, disciplina y solidaridad para frenar la propagación de este virus. Los sistemas sanitarios quedarán superados si no actuamos", recordó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, 24 horas después de recetar el uso de test de antígenos, menos fiables que los PCR pero con resultados mucho más rápidos, como vía para ralentizar las infecciones, aumentar la capacidad de detección, seguir facilitando los viajes y mantener las fronteras abiertas.

"Al principio la mayoría de los estados miembros lo que hicieron fue cerrar las fronteras. Se vio que eso afectó negativamente al mercado único. Esta vez hemos aprendido la lección", indicó la dirigente alemana tras el debate.

Compartir experiencias

Es uno de los elementos concretos de la discusión que planteó ayer el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que pidió a los Veintisiete que compartan experiencias y opiniones sobre test rápidos y estrategias de rastreo así como la homologación de test en el marco de los viajes intraeuropeos. "Son fundamentales a corto, medio y largo plazo. Los test y rastreos son imprescindibles para evitar la propagación del virus. Es necesario que se puedan realizar pruebas rápidas para limitar el impacto a la libre circulación y preservar la economía", reivindicó Michel durante su intervención. Actualmente hay veinte países que trabajan en la creación de aplicaciones de rastreo o ya cuentan con ellas, aunque de momento solo tres de ellos están conectados a la plataforma creada por la Comisión Europea. Se trata de Alemania, Irlanda e Italia. El objetivo, según explicó Michel, es que se sumen el máximo número de países.

El debate, que se prolongó durante algo más de tres horas, también sirvió para plantear la posibilidad de armonizar la duración de las cuarentenas y la futura estrategia de vacunación en Europa. "Queremos adelantarnos al momento en que estén disponibles. Hay que asegurarse de que haya consenso para garantizar una distribución equitativa entre Estados miembros", defendió el presidente del Consejo Europeo. Michel se refirió a la necesidad de consensuar entre los países los grupos prioritarios que tendrán acceso prioritario, a la logística que será necesaria y a la comunicación con los ciudadanos para evitar la desinformación.

En el marco de la reunión, la presidenta de la Comisión Europea también anunció que destinarán 200 millones de euros para financiar el traslado de pacientes transfronterizos cuando sea necesario, al tiempo que avanzó la creación de una plataforma con los especialistas que asesoran a los distintos gobiernos nacionales para mejorar la coordinación.