Dinamarca advirtió ayer de que una de las mutaciones del coronavirus detectadas en visones podría restar efectividad a la mayoría de vacunas que se están desarrollando, un motivo de "preocupación" que es necesario confirmar con más análisis.

El centro danés de referencia para enfermedades infecciosas, el Instituto Statens Serum (SSI), explicó que ha detectado que el Sars-CoV2 se ha transmitido del ser humano a visones criados en cautividad en granjas y que en estos animales se han encontrado cinco mutaciones distintas del patógeno.

Además, al menos 214 personas se han contagiado de vuelta con estas variantes del coronavirus en Dinamarca, entre los que destacan los trabajadores de estos centros de cría de visones.

De las cinco mutaciones, una llamada Cluster 5 (con doce humanos infectados por esta variante) es de especial interés para los expertos, dijo en rueda de prensa Tyra Grove Krause, responsable del Departamento de Epidemiología y Prevención de Enfermedades Infecciosas del SSI. Es relevante porque presenta modificaciones que afectan a la espícula viral (peplómero) del coronavirus, los múltiples "brazos" con los que el patógeno se engancha a las células de su huésped para replicarse.

La experta mostró su "preocupación" porque la mayoría de vacunas en las que se está trabajando actualmente contrarreloj para atajar la pandemia se centran en esos brazos, pues buscan impedir que el virus se replique, impidiendo de facto la enfermedad.

La mutación "podría significar que las vacunas serían menos efectivas contra estas variantes del virus", argumentó Krause. Además, en los ensayos realizados hasta el momento se ha comprobado que estas cinco mutaciones mostraron "una menor sensibilidad" ante los anticuerpos de pacientes humanos que habían superado la enfermedad.