"Los médicos de familia coruñeses vamos a continuar atendiendo a nuestros pacientes lo mejor posible, y si consideramos que tenemos que pedir una PCR para un contacto estrecho de un positivo por Covid-19, la vamos a pedir, diga lo que diga la Consellería de Sanidade. Mientras no se nos prohiba de forma expresa, lo seguiremos haciendo. Estamos ante un grave problema de salud pública, y no vamos a dejar de asumir nuestras responsabilidades". Así de contundente se muestra el portavoz de la plataforma SOS Sanidade Pública en A Coruña, Ramón Veras, al ser preguntado sobre la instrucción que Sanidade ha hecho llegar a los facultativos de Atención Primaria de varias áreas sanitarias de Galicia, como Santiago, Ferrol o Vigo, para que dejen de solicitar esas pruebas para los contactos estrechos de pacientes con un diagnóstico confirmado de Covid-19. El departamento que dirige Julio García Comesaña justifica la decisión para "suprimirles tareas burocráticas y que puedan dedicar ese tiempo a la prestación asistencial". También argumenta que se "evitan duplicidades e interferencias" con la Central de Seguimiento de Contactos (CSC), que es la que se encarga de rastrear a los posibles infectados y hacer seguimiento de los contagiados.

"A nosotros todavía no nos han comunicado nada de forma oficial, pero sabemos que a los compañeros de otras áreas sí, y estamos muy indignados. Si algo funciona mal desde el inicio de esta pandemia es el manejo del seguimiento de los contactos de los positivos. Pese a ser clave para contener la propagación del virus, hay una descoordinación total", advierte el doctor Veras, médico de familia en el ambulatorio de San José.

El portavoz de SOS Sanidade Pública en A Coruña recuerda que, para el seguimiento de los contactos de los positivos por Covid-19, la Consellería "contrató a una empresa privada", que se encarga de llevar a cabo esa labor, junto con "personal de Saúde Pública" —"poco", matiza— y del Ejército, y "algunos facultativos del propio Servizo Galego de Saúde (Sergas)" a los que se les ofreció esa opción, apunta, por razones médicas. "Hay una descoordinación total. A unos contactos se les pide PCR y a otros no; a unos les dicen que tienen que hacer una cuarentena de 10 días, y a otros 14... Los criterios están clarísimos, pero falla el seguimiento, y no entendemos como el Sergas puede permitir que suceda eso", subraya.

La presidenta de la Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria, (Agamfec), Susana Aldecoa, considera que la instrucción de Sanidade "estaría bien" si la CSC "funcionase correctamente" y "hubiese transparencia". "Desde el inicio de la pandemia, la coordinación con esa central es inexistente, no sabemos cómo realizan su trabajo y esto es algo que nos inquieta mucho. Tendría que haber una base de datos compartida, donde unos y otros pudiésemos comprobar que no hay fugas de información ni contactos no estudiados o seguidos. Esto evitaría también duplicar esfuerzos llamando dos, y hasta tres veces, a la misma persona. Algo que el propio Sergas ha reconocido que está sucediendo", advierte la doctora Aldecoa, quien insiste en que, "sin un mapa", los médicos no pueden "conocer qué se está haciendo" cuando uno de sus pacientes da positivo en Covid-19. "Deberíamos poder saberlo a través de Telea, que es una parte de la historia electrónica a la que se supone que pueden acceder los rastreadores. Ellos tendrían que incluir ahí la lista de contactos que el paciente les da cuando lo llaman, y nosotros podríamos consultar ese listado. Pero la realidad es que ahí no figura nada. Prácticamente todas las historias están en blanco", asegura.

En el área sanitaria de Vigo, que es donde ejerce la doctora Aldecoa, la instrucción de Sanidade les fue comunicada el viernes de la pasada semana, mediante videoconferencia. "En ese encuentro virtual hicimos saber, de nuevo, que estábamos detectando fallos en el seguimiento de los contactos, y nos dijeron que se iba a mejorar", apunta la presidenta de Agamfec, quien asegura que "algunos compañeros se han declarado ya 'insumisos'" a esa orden. "Estamos ante un problema de salud pública que trasciende a este tipo de absurdos. Si tenemos conocimiento de un contacto no estudiado que lleva esperando cuatro días en su casa sin que nadie lo llame, le pediremos la PCR y ya está. Es una cuestión de responsabilidad", subraya, e incide: "El estudio de los contactos de los positivos es crucial. Los profesionales de Agamfec lo llevamos diciendo desde marzo. Incluso elaboramos un documento en el que apuntábamos cuántos rastreadores harían falta. Se lo pasamos a la Consellería, pero no hizo nada con él. Insistimos en que había que preparar todo esto de forma minuciosa de cara a la segunda ola, pero ha sido una improvisación constante", lamenta.

El integrante del Comité Clínico de la Xunta para la gestión de la pandemia y presidente de la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias (Semes), Tato Vázquez Lima, reconocía ayer que el sistema de rastreo de contagiados de Covid-19 y sus contactos de Galicia sufre todavía agujeros en su gestión: "No le voy a mentir: estoy convencido de que es mejorable y que en algunos momentos existen errores de coordinación", admitió Vázquez Lima, quien, no obstante, explicó que el cometido del órgano asesor de Sanidade es "hacer recomendaciones". "El cumplimiento de esas recomendaciones no es nuestra misión", sino que corresponde —apuntó posteriormente—"a la gente que gobierna".

El también coordinador de Urgencias del Hospital de O Salnés intervino ayer en la comisión parlamentaria para la reactivación económica y social tras la pandemia, que se centró en el aspecto asistencial y científico de la lucha contra el SARS-CoV-2.