La presidenta de la Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria, (Agamfec), Susana Aldecoa, cree que la instrucción de la Consellería de Sanidade, en la que insta a los facultativos de Atención Primaria a que dejen de solicitar PCR para los contactos estrechos de pacientes con un diagnóstico confirmado de Covid, “estaría bien” si la Central de Seguimiento de Contactos (CSC) “funcionase correctamente” y “hubiese transparencia”.

“Desde el inicio de la pandemia, la coordinación con esa central es inexistente, no sabemos cómo realizan su trabajo. Tendría que haber una base de datos compartida, donde unos y otros pudiésemos comprobar que no hay fugas de información ni contactos no estudiados o seguidos. Esto evitaría también duplicar esfuerzos llamando dos, y hasta tres veces, a la misma persona. Algo que el propio Sergas ha reconocido que está sucediendo”, advierte la doctora Aldecoa, quien insiste en que, “sin un mapa”, los médicos no pueden “conocer qué se está haciendo” cuando uno de sus pacientes da positivo en Covid.

“Los rastreadores deberían incluir en una parte de la historia clínica la lista de contactos que el paciente les da cuando lo llaman, y nosotros podríamos consultar ese listado. Pero la realidad es que ahí no figura nada. Prácticamente todas las historias están en blanco”, asegura. “Y otra cosa que no se está haciendo bien”, apunta la presidenta de Agamfec, “es que hay que intentar rastrear hacia abajo, pero también hacia arriba”. “Es preciso echar la vista atrás para determinar quién ha sido el contagiante, y asegurarse de que también se ha estudiado a todos los contactos de esa persona. No basta con buscar a quiénes ha podido contagiar un positivo, hay que localizar también a su contagiante, e incluir su nombre en el listado para evitar que haya fugas de información o contactos no estudiados o seguidos”, subraya.