La batalla legal entre el grupo Vorwerk, fabricante de Thermomix, y la cadena de supermercados Lidl comenzó ayer en un juzgado de Barcelona con la declaración de los peritos de ambas compañías alemanas, en un proceso en el que se reclama al gigante de la alimentación el 10% de las ventas de su electrodoméstico presuntamente plagiado. La vista arranzó con los peritos de ambas partes, cuya testifical sirvió para apuntalar la tesis de ambas compañías: que su electrodoméstico es genuino y original.

El litigo por la patente del famoso robot de cocina llega a los tribunales después de que Vorwerk, compañía centenaria dedicada a la venta de electrodomésticos y aparatos para el hogar que ostenta este nicho de mercado, llevara a juicio a Lidl -al que exige el 10 % de las ventas de su robot- por vulnerar presuntamente su patente al importar y comercializar en España un producto similar, el Monsieur Cuisine Connect, que se convirtió en todo un éxito de ventas. Una ofensiva a la que la cadena de supermercados respondió con una demanda cruzada para que la Justicia declare nula la patente de la Thermomix.

La sesión de ayer arancó con la declaración del perito de Lidl y continuó con la del profesional de Vorwerk, quienes desgranaron cada una de las especificaciones y características de sendos robots de cocina. Para hoy, está previsto que se lleven a cabo las pruebas periciales de las supuestas infracciones que Vorwerk atribuye al Monsieur Cuisine Connect de Lidl, y se prevé que el juicio concluya mañana.

El conjunto de la causa surge de la demanda que el grupo Vorwerk & Co Interholding GMBH, titular de la patente de la Thermomix, puso contra Lidl al considerar que plagiaba su robot de cocina con el producto Monsieur Cuisine Connect, que comercializó en España bajo la marca blanca SilverCrest.

A diferencia de la Thermomix de Vorwek, cuyo precio supera los 1.000 euros, la de Lidl salió al mercado por un valor casi tres veces menor -unos 360 euros- pero con especificaciones parecidas, lo que ha hecho que se agotaran sus existencias en pocas horas cada vez que se ha puesto en venta. De hecho, la máquina de Lidl fue popularmente bautizada como "la Thermomix barata" y su llegada al mercado se interpretó desde muchos sectores como una seria amenaza al monopolio de Vorwerk en lo que respecta a robots de cocina.