"Es tremendamente difícil acometer esa labor quirúrgica entre no hacer nada y clausurarlo todo", reconoció ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que opta por la vía intermedia y defiende su modelo de limitaciones "graduales". Tras endurecer las restricciones en toda Galicia y cerrar la hostelería en 60 concellosrestricciones Galicia , el jefe del Ejecutivo gallego explicó ayer en el Parlamento que los datos ya están mejorando en Ourense y Santiago. "Si se mantiene la tendencia a la baja a lo largo del mes de diciembre podríamos aliviar alguna o bastantes de las restricciones", señaló. Eso sí, dejó claro que no hay que dar nada por sentado y tampoco descartó que si la situación empeora haya que tomar medidas más drásticas: "Nada me gustaría más que poder decir con rotundidad que seguro, al 100%, no habrá confinamiento general. Pero no puedo hacerlo", advirtió. Eso sí, asegura que con las medidas adoptadas la semana pasada "tratan precisamente de evitarlo".

En los primeros concellos que se sometieron al cierre, las restricciones empiezan a dar sus frutos: la incidencia de casos por cada 100.000 habitantes a 14 días bajó en O Carballiño en un 79%, en Ourense un 46% y en Santiago, un 35%.

Pero Feijóo aclaró: "No podemos relajarnos. "Hay que mantener las alertas encendidas", señaló. Y es que queda poco para la Navidad, un mes vital para la economía de muchos sectores pero también importante para las familias. "Sé que es desmoralizador, pero no hacer nada conduciría a restricciones mayores", apuntó durante su comparecencia en el pleno del Parlamento.

Al presidente de la Xunta no le convencen ni los "negacionistas" del virus ni los que optan por "el cierre total" que tendría, a su juicio, consecuencias "devastadoras". "Trabajamos para evitar cerrar todo a cal y canto", insistió.

En todo caso, Feijóo no descarta el confinamiento y tampoco garantiza que las restricciones aprobadas la pasada semana se levanten cuando se cumpla el plazo fijado de un mes. "Lamentablemente no podemos desechar que el modelo sea el de cierres y aperturas progresivas hasta que haya una vacuna", aseguró. "Es la única opción de controlar el avance de pandemia manteniendo un nivel de actividad aceptable", añadió.

Y además descartó "presiones" de "representantes políticos que juegan a la confusión con sus vecinos". El Concello de Monforte, por ejemplo, ha solicitado a la Xunta que levante las restricciones en su territorio tras el descenso de contagios. El titular de la Xunta explicó que se guiarán nada más que por el criterio del comité clínico, que está evaluando ahora mismo precisamente los parámetros que servirán para marcar el fin de las restricciones.

Evitar el confinamiento no es la única prioridad de la Xunta. Feijóo explicó que también trabajan para impedir que la presión asistencial colapse el sistema sanitario y para proteger a los colectivos más vulnerables.

Para el jefe del Ejecutivo gallego "no hay fórmula" que evite la entrada de virus en las residencias de ancianos. En esta segunda ola de la pandemia han muerto 163 personas en centros de mayores, son el 43% de las víctimas mortales registradas en Galicia. Feijóo se armó de datos para defender la gestión que la Xunta está haciendo de la crisis del coronavirus en los geriátricos. Así, explicó que la tasa de fallecidos en función del número de plazas es en la comunidad gallega del 2,1%, la mitad que en España y muy por debajo de países como Canadá, Noruega, Israel o Islandia, por ejemplo.

Aún así, avanzó que pondrán en marcha un proyecto piloto para la detección precoz de coronavirus en las residencias que consistirá en el análisis de sus aguas residuales. Precisamente, el Concello de Ourense había demandado a la Xunta hace unos días que pusiese en marcha esta medida para rastrear casos en colegios o geriátricos.

Otra de las armas con las que se dotará el Gobierno gallego para luchar contra el Covid-19 es la legislación. Feijóo explicó que "en los próximos días" entregarán a la Cámara la modificación de la Lei de Saúde con la que blindará su capacidad para dictar confinamientos y obligará a vacunarse.

En relación a la campaña de vacunación de la gripe y tras los reproches de la oposición por la falta de dosis, el titular de la Xunta defendió que hay "stock" suficiente y que este año se ha incrementado en un 35% el número de personas vacunadas. Y hay un 10% más de mayores inmunizados.

Y en materia económica, la Xunta aprobará hoy una línea de financiación para ayudar a los sectores más castigados por la crisis del coronavirus como vendedores ambulantes, cooperativas, locales nocturnos y ocio infantil. Se tratará de préstamos con tres años de carencia y a un tipo de interés cero. Para ello el Gobierno gallego dispondrá de una cuantía de 10 millones de euros.