El infarto de miocardio es cinco veces más letal en pacientes con Covid-19 que en enfermos sin esta infección, ya que la tasa de mortalidad intrahospitalaria sube al 23,1% en los infartados contagiados, frente al 5,7% en los que no padecen esta enfermedad, según un estudio elaborado por la Asociación de Cardiología Intervencionista.

El informe revela además que las complicaciones derivadas del intervencionismo, como la trombosis de stent o el shock cardiogénico, se presentan más en los pacientes con coronavirus. Otro problema destacado por el estudio es que los pacientes con el virus que ingresaban al hospital lo hacían con una mayor insuficiencia cardíaca (el 31,9%).