Un 88,7% de los gallegos vinculan la violencia de género con problemas psicológicos o mentales de los agresores mientras que el 86,9 % la atribuye al abuso de drogas y alcohol y un 87% considera que se debe al machismo. Estos datos se desgranan de la macroencuesta sobre la percepción de la violencia de género realizada por la Xunta, que presentaron ayer la conselleira de Igualdade, María Jesús Lorenzana, y la secretaria xeral de este departamento, Susana López Abella.

Los datos de la encuesta revelan que el 80% de la sociedad gallega considera que la violencia de género es un problema que compromete a todas las personas, frente al 70,4% que lo estimaba así en 2012. Además, a medida que la edad disminuye, el maltrato se percibe en mayor proporción como un problema que compromete a la sociedad, de manera que el segmento entre 18 y 29 años es el que más a favor está de esta afirmación, concretamente en un 97,4% de los casos.

En su comparecencia, Lorenzana reivindicó que la sociedad se muestra "mucho más concienciada" con el problema de la violencia de género, pero expresó su preocupación por el arraigo de ciertos estereotipos vinculados con la violencia machista, como los que vinculan este tipo de violencia con las drogas y el alcohol o problemas mentales de los agresores. "La Consellería seguirá incidiendo en la aplicación de las políticas públicas dirigidas a la totalidad de la población con mensajes de concienciación y sensibilización", y pondrá el acento en "la prevención y en la lucha por desmontar roles e ideas y estereotipos" vinculados con la violencia de género, indicó. "Lo que se está demostrando es que lo que se está haciendo funciona, pero evidentemente no es infalible. Hay que continuar con una labor de concienciación", añadió la conselleira, que opina que este tipo de encuestas sirven para "saber qué camino seguir".

En cuanto a la violencia sexual, más de un 80% de los encuestados también cree que su origen se encuentra en el machismo, problemas psicológicos o mentales, falta de autocontrol y abuso de alcohol y/o drogas. Sin embargo, mientras que los hombres tienden a identificar estos hechos en mayor proporción con problemas relacionados con la personalidad del agresor o la falta de autocontrol, la mayoría de mujeres encuestadas creen que detrás de estos episodios está el machismo o el consumo de pornografía.

Un 65% de los encuestados cree que la violencia de género aumentó durante el confinamiento, especialmente por estar 24 horas con el agresor y la dificultad para denunciar. Los datos de la Xunta revelan que el número de denuncias impuestas en el primer semestre bajó un 13% respecto a 2019.