A la incógnita de cual será la primera vacuna efectiva contra el coronavirus -la elaborada por la estadounidense Pfizer parte en cabeza al anunciar esta misma semana que los ensayos realizados demuestran un 90% de eficacia en la prevención del Covid- se suman otras dudas sobre qué ocurrirá una vez los países cuenten con este fármaco. El Ministerio de Sanidad trabaja a contrarreloj para diseñar las claves del plan de vacunación contra el virus con la idea de que las primeras vacunas de Pfizer podrían llegar a España a finales de año o inicios de 2021. Quién tendrá prioridad a la hora de vacunarse, cuánta población debe protegerse para lograr la inmunidad de grupo o hasta cuándo habrá que usar mascarilla y distancia social son algunas de las dudas que surgen al pensar en un mundo con vacuna antiCovid. Expertos gallegos en Inmunología, Virología y Salud Pública intentan resolver estas incertidumbres. Todos coinciden en que trabajadores esenciales como sanitarios y personal de residencias así como mayores y pacientes de riesgo deben ser los primeros en vacunarse frente al Covid. Además dejan bien claro que la llegada de la vacuna no supone el fin de la pandemia. Tocará convivir en la nueva normalidad de geles hidroalcóholicos, mascarillas, distancias y nada de abrazos hasta que haya vacunas suficientes para inmunizar al menos al 60 o el 70% de la población.

¿Qué grupos deberían tener prioridad a la hora de vacunarse frente al Covid? Ya que en los primeros meses no habrá vacunas suficientes para toda la población -en el caso de la de Pfizer, la UE ha comprado 300 millones de dosis de los que 30 le tocarían a España y permitirían vacunar a quince millones de personas (se precisan dos dosis)-, los expertos tienen claro quiénes deben tener prioridad. "Los más expuestos como el personal sanitario o quienes vivan en residencias y los más vulnerables como los mayores de 70 años o personas con enfermedades cardíacas, hipertensión, diabetes, dolencias respiratorias, inmunodeficiencias, cáncer, gestantes, etc...", señala el catedrático emérito de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidade de Santiago (USC) Juan Gestal. Una opinión que comparten los profesores de Virología de la USC Carlos Pereira e Isabel Bandín, quienes amplían el colectivo de trabajadores a los que inmunizar a todos "los de los servicios esenciales como sanitarios, cuerpos de seguridad o personal de residencias". Por ser un colectivo en contacto directo con personas vulnerables, la catedrática de Inmunología África González cree que también habría que vacunar con prioridad "a los familiares de ancianos". Pese a que cubrir a estos colectivos en una primera inmunización sería lo ideal, son conscientes de que igual no es posible. "Puede que haya vacunas para todos o no y entonces habría que priorizar dentro de ellos", admite Gestal.

¿Será suficiente con vacunar a estos grupos o lo ideal sería inmunizar a toda la población? "Lo ideal sería lograr una vacunación suficiente para proteger al 60 y 70% de la población, lo que haría de escudo para el resto de ciudadanos que no pudieran vacunarse al estar con tratamientos inmunosupresores, haber recibido un trasplante o ser niños pequeños", indica África González. "Para conseguir una inmunidad de grupo debería vacunarse al menos al 70 u 80% de la población, para que, considerando la eficacia que dice la farmacéutica (90%), se alcance una inmunidad de grupo del 60 y 70%", añade Isabel Bandín.

¿Las primeras serán 100% seguras aunque se hayan acortado los tiempos para su desarrollo? Los expertos consultados son tajantes y aseguran que como cualquier medicamento, las vacunas pasan muchos filtros antes de su comercialización que garantizan que son seguras. "Las agencias del medicamento, la europea y la española, en nuestro caso, son muy estrictas en cuanto a los requisitos para la autorización de una vacuna y, por supuesto, entre ellos está que sea segura, además de eficaz", indica Carlos Pereira, quien reconoce eso sí que las vacunas "suelen mejorarse con el tiempo y la experiencia" . Al papel clave de las agencias reguladoras también alude África González. "Van a ver los resultados de miles de personas vacunadas actualmente, estudiando si se han detectado problemas en los grupos vacunados y que han recibido placebo. Se analiza la seguridad de la vacuna, que es lo más importante", sostiene esta inmunóloga, que admite que aunque de momento no se puede saber la eficacia y la duración de la protección de estas vacunas y pese a que "ningún procedimiento tiene una eficacia del 100%", su riesgo "es muy, muy bajo". "El balance riesgo-beneficio es lo importante", resalta González, quien recuerda que las vacunas "junto a la higiene, el tratamiento del agua y los antibióticos son de los procedimientos que más vidas salvan y evitan secuelas".

Pese a que los expertos tienen claro que es inviable poner en el mercado un medicamento sin haber pasado por los estudios correspondientes que garantizan que es seguro para quien lo reciba, el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas revela que un 43,8% de españoles rechazaría vacunarse contra el Covid de forma inmediata. Para Juan Gestal es preciso realizar campañas de información para concienciar a los ciudadanos. "A medida que nos vayamos acercando a poder disponer de vacunas habrá que hacer unas campañas de información, indicando con detalle las características de las vacunas, cómo se han desarrollado, su seguridad, cómo actúan, las ventajas de vacunarse y los riesgos de no hacerlo", asegura.

¿La vacuna contra el Covid debe ser voluntaria o habría que obligar a la población al estar en pandemia? La Xunta va a impulsar una modificación de la Lei de Saúde Pública con el fin de garantizar la seguridad jurídica de sus actuaciones y poder de este modo fijar el confinamiento domiciliario en una localidad si lo ve necesario o incluso obligar a vacunarse contra el Covid, eso sí, si las autoridades sanitarias determinan que esta inmunización debe ser forzosa. Los expertos consultados, sin embargo, creen que lo ideal es que la vacuna contra el Covid al igual que el resto de las que se dispensan en España sea voluntaria. "Somos un país con unas tasas de vacunación infantil muy altas, una población concienciada de la utilidad de las vacunas, y espero que lo siga siendo sin tener que imponer su uso", dice África González. "Las vacunas deben ser voluntarias, lo que hay que hacer es informar y concienciar a la población porque la obligatoriedad produce rechazo", añade Gestal, quien reconoce que solo apoyaría exigirla en "casos muy puntuales" y si se pone en riesgo la salud de otras personas.

¿El inicio de la vacunación supondrá la vuelta a la normalidad ? No, los expertos coinciden en que habrá que seguir con el lavado de manos, el uso de mascarillas y la distancia social ya que "se desconoce el tiempo de protección de la vacuna" y además al principio "el porcentaje de población vacunada no será muy alto", indican Pereira y Bandín. "No se podrá volver a la normalidad de forma inmediata. El virus seguirá circulando durante tiempo, y conforme más países tengan a su población vacunada, más fácil será combatirlo", añade González. "Para la vuelta a la normalidad habrá que esperar a que no haya circulación del virus en la comunidad", añade el catedrático de Salud Pública Juan Gestal.