Más de 22.000 coruñeses dependen de las donaciones del Banco de Alimentos Rías Altas para poder comer todos los días, pero a la entidad le cuesta cada vez más llenar sus estanterías con artículos que luego repartir entre las familias más necesitadas. La crisis económica derivada de la pandemia provocó que se disparase la demanda de alimentos -hasta un 50% más de beneficiarios durante los primeros meses- en esta entidad que actúa en A Coruña, Ferrol y Santiago y en paralelo, se complica el conseguir artículos ante las limitaciones a las que obliga la pandemia. Por ello instan a participar en la Gran Recogida de Alimentos -que organiza la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal) en todo el país desde hoy y hasta el próximo día 22- y que este año, debido a la pandemia, será virtual ya que no es posible hacer la tradicional recogida de productos a las puertas de los supermercados.

Los 54 bancos de alimentos que hay en España son entidades sin ánimo de lucro que se encargan de recoger productos básicos a través de donaciones de empresas o particulares con el objetivo de distribuirlos entre asociaciones u ONG que atienden a colectivos vulnerables. En el caso del Banco Rías Altas desde sus almacenes salen cada día miles kilos con destino a unas 170 entidades sociales de toda la provincia.

La crisis económica generada por la pandemia ha provocado que la demanda de ayuda se haya disparado. "Tenemos una crisis que ha generado una emergencia sanitaria sin precedentes y en la que cientos de familias se han quedado desamparadas y sin comida", sostiene el presidente de Fesbal, Miguel Fernández, quien deja claro que esta crisis nada tiene que ver con la de 2008. Si los bancos de alimentos españoles comenzaron este año asistiendo a un millón de personas, la cifra sufrió a millón y medio en la primera ola y ahora mismo ya son 1,8 millones los beneficiarios, de los que 350.000 son niños.

El banco coruñés no es ajeno a este fenómeno. Ya en mayo la demanda había aumentado un 50% y su presidenta, Concepción Rey, reconocía esta semana que cada vez precisan "más aportaciones" ya que "cada día hay más gente necesitada". "El futuro lo vemos negro, muy mal", reconocía en TVE.

Por ello, los bancos de alimentos apelan más que nunca a la solidaridad de la población y a participar en una Gran Recogida anómala ya que para evitar concentraciones de gente y reducir el riesgo de contagio, la entrega de alimentos no será presencial -otros años cada ciudadano dejaba en carros o cajas a la entrada del supermercado los productos donados- sino que se hará de forma virtual bien en el propio establecimiento o a través de la página web.

Habrá varias formas de colaborar. Una vez se pase por la caja del establecimiento comercial, se le informará de que puede adquirir una especie de bonos -de uno, tres, cinco, diez o 20 euros- cuyo dinero se destinará al Banco Rías Altas que comprará los productos alimenticios que precise para cubrir las necesidades en los próximos meses o bien podrá hacerse la donación que se desee y esta se especificará en el tícket de compra, de modo que el Banco recibirá también esa cantidad para adquirir los alimentos que precise. Otra opción es hacer las donaciones de forma online a través de la página web del Banco Rías Altas - www.balrial.org- o de la página habilitada para ello por la Federación Española de Bancos de Alimentos: www.fesbal.org.es. Si se opta por la modalidad online las donaciones pueden realizarse hasta el 6 de diciembre.

El objetivo, aunque reconocen que complicado por las características de la campaña de este año, es lograr las cifras de la Gran Recogida de 2019 cuando en los más de 11.000 puntos establecidos por todo el país se logró recoger 21 millones de kilos de alimentos.