Afinar el diagnóstico de la Covid y, en consecuencia, mejorar el control de la pandemia es el objetivo del proyecto del Inibic -impulsado por la Fundación Profesor Novoa Santos- que dirigen Mar Tomás Carmona, microbióloga del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), y Marcos Ortega, profesor de la Universidade da Coruña (UDC) y miembro del Centro de Investigación en TIC (Citic). Una investigación basada en la aplicación de inteligencia artificial, técnicas de computación avanzada y edición genética, que la Axencia Galega de Innovación (GAIN) ha decidido financiar por su carácter innovador y su aplicabilidad.

"La PCR es la mejor técnica para diagnosticar la Covid, pero sus resultados pueden tardar hasta 24 horas, en función del volumen de trabajo que tengan los laboratorios. Conscientes de esta realidad, se nos ocurrió recurrir a una tecnología de edicación genética -ganadora del Premio Nobel-, la Crispr/Cas9, para desarrollar un sistema de detección del virus a partir de muestras de saliva, evitando así el exudado nasofaríngeo, que es incómodo, desagradable y que a algunas personas les provoca incluso estornudos, favoreciendo los contagios si no se está bien protegido", expone Tomás Carmona.

El mecanismo del sistema de diagnóstico que quieren desarrollar los investigadores coruñeses sería el siguiente: "Se tomará una muestra de saliva a un paciente mediante una tira reactiva. Esa tira reactiva se introducirá en un dispositivo que irá conectado a un teléfono móvil y que determinará la concentración de ARN del SARS-CoV-2 que hay en esa muestra. En función del resultado -que se podrá obtener "en unos 30, o algo menos"- se podrá saber si el paciente en cuestión está en el periodo de incubación, en la fase sintomática o al final de la infección", explica la microbióloga del Chuac, quien subraya que esa técnica de detección sería "muy útil" para "centros, de salud y servicios de urgencias". "Y si se ve que tiene la capacidad y un control suficiente por parte de los organismos de Salud Pública, no se puede descartar su uso en eventos multitudinarios, como competiciones deportivas o conciertos; o en medios de transporte, como los aviones", señala.

Marcos Ortega, por su parte, destaca que el kit de diagnóstico que pretenden desarrollar tiene "un gran potencial", por su "rapidez y precio". "La inteligencia artificial nos permite tener una gestión adecuada y verdadera de los datos, y esto a su vez nos ayudaría a tener una fotografía más completa de la situación real de la pandemia", subraya Ortega, quien especifica que el proyecto está "en permanente evolución desde su concepción", allá por el mes de marzo. "En su momento tratamos de mejorar el diagnóstico de la infección por SARS-CoV-2 mediante PCR. Ahora, gracias a la técnica Crispr, creemos que podemos aportar un gran valor y afinar considerablemente la detección del virus", remarca.

El proyecto tiene una vigencia aproximada de "algo más de un año". "Nuestro horizonte está puesto a finales de 2021, cuando esperamos tener unos resultados validados y un pequeño prototipo funcional que nos permita realizar las pruebas ya a otro nivel para poder implantar el sistema de manera seria", concluye Ortega.