Los profesionales de Atención Primaria reconocen que llevan tiempo “sobrepasados” por la carga de trabajo y la falta de personal, algo que muchas veces se traduce en largas esperas de los ciudadanos para poder ser atendidos en sus centros de salud. Pacientes de A Coruña aguardan hasta nueve días para una consulta telefónica con su médico de cabecera aunque la demora oscila bastante en función del centro de salud que le corresponda a cada uno e incluso dentro del mismo, según el médico que tengan asignado.

De este modo, mientras un paciente de la Casa del Mar —que intentaba ayer pedir cita con su doctor de familia a través de la web del Sergas— conseguía hora para el día siguiente (hoy), otro paciente del mismo ambulatorio no podrá hablar con su facultativo hasta dentro de una semana. En este mismo centro no es lo mismo pedir cita para el médico (telefónica pero para consultarle un problema) —que puede lograrse en 24 horas— que hacerlo para recetas, cuando habrá que esperar al menos cuatro días.

La situación es muy dispar en los diferentes centros de salud de la ciudad coruñesa. Mientras pacientes del ambulatorio de Orillamar consiguen cita con solo 24 horas de antelación, para dos días después en San José o tres en el caso de O Ventorrillo, en el centro de salud de O Castrillón hay quien tiene que esperar entre una semana o nueve días por una consulta telefónica. En caso de tener que ser presencial, la demora se multiplica en todos ellos ya que primero habrá que hablar con el facultativo por teléfono quien determinará si es necesario verlo en su consulta y en ese caso habrá que pedir una nueva cita.

La situación mejora si se trata de cita para el pediatra. En el caso del ambulatorio de San José, por ejemplo, es posible conseguirla sin problema de un día para otro y en O Ventorrillo solo hay que esperar un día aunque eso sí, de partida la consulta será por teléfono.

Pese a que con la pandemia se priorizó la consulta telefónica y esta es la única modalidad que puede conseguirse si se pide cita a través de internet, desde la Asociación Galega de Medicina Familiar niegan que solo se estén atendiendo este tipo de consultas. La vicepresidenta de la entidad, María Jesús Freiría, aseguraba hace unos días que hacen “muchas” consultas presenciales, “en casos de lesiones cutáneas o vértigos, por ejemplo”. Sin embargo, reconoce que les llegan muchas críticas que asocia más a una creencia popular que a la realidad en los centros de salud. En cualquier caso reclaman más personal para poder mejorar la atención, por ejemplo, a pacientes con enfermedades crónicas.