La pandemia ha generado una situación “inédita” en los servicios de salud que, según las organizaciones sociales, ha mermado la atención a las personas con VIH, un virus aún “a la espera de una vacuna” y que Sanidad recuerda que no ha desaparecido, con lo que no hay que bajar la guardia. En el Día Mundial del Sida, que se conmemoró ayer, autoridades, organizaciones y expertos alzaron la voz para que en estos tiempos de pandemia no se olvide que el VIH sigue ahí —hay más de 140.000 afectados en toda España y uno de cada siete desconoce que lo es— y que es necesario promover medidas de prevención para evitar contagios.

Este año, según aseguraron desde la Coordinadora Estatal de SIDA (Cesida), la situación “inédita de estrés” en los sistemas autonómicos de salud por la pandemia ha mermado la atención sanitaria a los enfermos de VIH y recordaron, si bien “el COVID pasará”, el VIH “seguirá a la espera de una vacuna”. Su presidente, Ramón Espacio, insistió ayer en la importancia de la prevención y el diagnóstico y denunció la “paralización” de estrategias preventivas como la píldora preexposición, “que no acaba de arrancar”, pese a que se incluyó hace un año en las prestaciones farmacéuticas del Sistema Nacional de Salud. “La atención a la pandemia no puede ir en detrimento de la salud sexual de España”, insistió y alertó de que una merma en la atención de este colectivo puede tener un efecto en el aumento de la morbilidad de los afectados por sida.

Por su parte, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, instó a seguir trabajando en la concienciación social para evitar contagios y recordó que aún queda “un largo camino que recorrer”, ya que España comparte el compromiso de la comunidad internacional de poner fin a la pandemia el sida como amenaza de la salud pública para el 2030. Para ello, hay que alcanzar los objetivos 95-95-95, es decir, que para esa fecha el 95 % de las personas con VIH esté diagnosticado, que el 95% de esas personas esté en tratamiento y al menos el 95 % tenga una carga viral indetectable.

Se estima que viven en España entre 140.000 y 170.000 personas con el VIH. Además, el número de nuevos diagnósticos anuales sigue siendo elevado, más de 3.500, por lo que se necesita promover las relaciones sexuales seguras y promocionar hacerse la prueba.