En el paquete de medidas para celebrar la Navidad que anunciaron el miércoles el Ministerio de Sanidad y las consejerías de las comunidades autónomas se coló la palabra “allegados” y desde entonces no ha dejado de suscitar bromas y polémica en todas las escalas.

Entre las normas acordadas por el Gobierno central y los regionales, se establece un cierre perimetral de las autonomías con la excepción de que sea para encontrarse con “familiares y allegados”. Pero, realmente, ¿quiénes son esos “allegados”?

Sobre las dudas que ha generado el término, que se utiliza en el acuerdo para establecer a quienes se podrán visitar fuera de una comunidad, el ministro Salvador Illa señaló que en el documento se ha tratado de precisar “de la mejor manera posible”. Con todo, el propio Illa matizó que esa expresión se refiere a quien “sin tener una relación familiar clásica con otra persona tenga una vinculación sentimental muy determinada”.

“No es momento ni de irse de vacaciones ni de irse un grupo de amigos a pasar unos días a otra comunidad, ni de organizar las reuniones familiares que solíamos organizar. Es momento de quedarse en casa, de celebrar con la familia, con aquellas unidades de convivencia estables que tenemos”, insistió.

Pero sin alejarse de la palabra “allegado”, el diccionario de la RAE incide en que se trata de una persona “cercana a otra en parentesco, amistad, trato o confianza”. Por lo tanto, bajo esta definición entran amigos, parejas o incluso vecinos muy próximos. En cualquier caso, y en este contexto dubitativo, el ministro se mostró confiado de la responsabilidad individual de los españoles.

No obstante, Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, tampoco se libró de este atolladero lingüístico. Así se explicó: “Se trata de recoger todas las realidades de nuestra sociedad. Poner solo familias puede ser injusto para personas que tienen una relación igual de estrecha, pero que no están incluidas en ese término legal. Yo entiendo que una persona que celebra todas las navidades con su vecino o un amigo debería tener el derecho de poder hacerlo. Las medidas pueden estar sujetas a trampas, pero están sujetas a la responsabilidad individual”.

De hecho, Simón también fue cuestionado por si el controvertido vocablo se puede convertir en una excusa, como una trampa, para que viaje todo el mundo. Ahí fue tajante y volvió a subrayar: “Allegado no será un coladero si todos somos responsables. Con ese termino intentamos incluir relaciones de afecto y parentesco que no son familiares”.

En ese mismo discurso recalcó el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que, en rueda de prensa acompañado por Illa, habló de la importancia de ser estrictos con las reuniones familiares en las fiestas: “Es muy importante que esto no sea una barra libre y que los allegados sean allegados de verdad, y no llegados. Que hay una diferencia entre allegados y llegados”.