El municipio de Boiro, que se encontraba bajo vigilancia especial, se sumó ayer a los 16 municipios gallegos con mayores restricciones dada la evolución de la pandemia, que lo sitúa en el mayor nivel de alerta. La tasa de incidencia acumulada a 14 días es de 366,3 casos por cada cien mil habitantes, siendo el grupo de vecinos de entre 35 y 39 años los que presentan la positividad más elevada, por lo que la Xunta adoptó la medida tras oír al comité de expertos.

Los datos han aconsejado, por el contrario, aliviar las restricciones en seis municipios de la comunidad autónoma, que entrarán en vigor a partir de la medianoche del sábado. La decisión afecta a los concellos de Oleiros, Neda, Fene y Oroso, en A Coruña; a Burela, en Lugo, y a Lalín, en Pontevedra. En todos estos municipios pasará a regir el nivel básico de medidas, una coyuntura con la que se levantará la limitación de movilidad que hasta ahora poseían, según informó la Xunta. Así se levanta la limitación perimetral y las agrupaciones de un máximo de cuatro personas.

Los concellos de Monfero y Pontedeume, en A Coruña; Tui, en Pontevedra, y la localidad lucense de Vilalba “serán objeto de una vigilancia especial por parte del grupo de expertos”, aunque continúan con el mismo nivel de restricciones.

Desescalada parcial

La Consellería de Sanidade insistió ayer en la “obligatoriedad de cumplir todas las medidas establecidas por la Xunta de Galicia” y destacó que el objetivo es “mejorar la situación epidemiológica en la comunidad y así poder ir disminuyendo las restricciones vigentes”. El puente de diciembre arranca en Galicia con el proceso de desescalada parcial en los establecimientos de hostelería y el cierre perimetral de la comunidad autonóma, que cierra fronteras hasta el próximo 9 de diciembre para evitar los desplazamientos habituales en este puente festivo.

Aunque no se puede viajar, la situación se suaviza con la posibilidad de reuniones de no convivientes con un máximo de 4 o 6 personas, según los datos epidemiólogicos de cada municipio. También mejora sustancialmente la situación en las áreas de Santiago y Ourense, donde la hostelería puede reabrir hasta las 23.00 horas, momento en que se inicia el toque de queda, que se mantendrá sin modificaciones en toda Galicia.

Otros 56 municipios de la comunidad, entre los que se incluyen las ciudades de A Coruña, Ferrol, Pontevedra y Vigo, siguen con el cierre perimetral, aunque los locales de hostelería pueden abrir con distintas limitaciones, algunos solo hasta las cinco de la tarde.

El delegado del Gobierno, Javier Losada, indicó ayer que las fronteras como tal “no están cerradas”, sino la comunidad gallega y ha recordado a quienes entren en Galicia por Portugal “que no pueden pasar de Tui” o “tienen que atenerse a las restricciones que existen”.