La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, en inglés), el ente que regula la comercialización de fármacos en el país, autorizó ayer el uso de la vacuna contra el COVID-19 de la farmacéutica estadounidense Pfizer. Esta autorización de emergencia (un trámite excepcional previo a la aprobación) fue firmada por la FDA horas después de que la Casa Blanca advirtiese al director de la agencia, Stephen Hahn, que podía preparar su dimisión si no la tramitaba hoy mismo.

Hahn aseguró que “la decisión de hoy (por ayer) sigue un proceso de revisión abierto y transparente que incluyó aportes de científicos independientes y expertos en salud pública y una evaluación exhaustiva por parte de los profesionales científicos de la agencia”.

El presidente saliente, Donald Trump, se anotó una victoria con la autorización de la vacuna contra el coronavirus. “A través de nuestra alianza con Fedex y UPS, ya hemos empezado a enviar la vacuna a cada estado y código postal del país; la primera vacuna será administrada en menos de 24 horas”, anunció Trump en un discurso solemne desde el Despacho Oval.

EEUU se convierte así en el sexto país del mundo en autorizar la vacuna de Pfizer después del Reino Unido, Baréin, Canadá, Arabia Saudí y México. La autorización llegó después de que un comité científico asesor sobre vacunas de la FDA diese su visto bueno con 17 votos a favor, solo cuatro en contra y una abstención a la vacuna de Pfizer.

Los fármacos que se están distribuyendo por el país forman parte del primer lote con 2,9 millones de dosis que los funcionarios a cargo de la operación de reparto aseguraron que podían enviarse en las primeras 24 horas desde su autorización. Pfizer además ha prometido 25 millones de dosis antes de final de año (cada vacunado necesita dos dosis para estar inmunizados) y completar las 100 millones adquiridas por el Gobierno de Trump a cambio de 1.950 millones de dólares cuando llegue marzo. La semana próxima la FDA también podría autorizar la vacuna de Moderna, de la que Estados Unidos ha ejercido la opción de compra de 100 millones de dosis adicionales. Con esta adquisición, EEUU ha comprado ya 200 millones de vacunas al laboratorio estadounidense y mantiene aún opciones por las que podría adquirir otros 300 millones.